LVIV, Ucrania (AP) — Rusia lanzó el lunes su temida ofensiva a gran escala para tomar el control del este de Ucrania, atacando a lo largo de un amplio frente de más de 480 kilómetros (300 millas) de largo, dijeron funcionarios ucranianos en lo que marcó la apertura de una fase nueva y potencialmente culminante de la guerra.
“Las tropas rusas han comenzado la batalla por Donbas”, anunció el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en un discurso de video. Dijo que “una parte significativa de todo el ejército ruso ahora se concentra en esta ofensiva”.
El Donbas es el corazón industrial mayoritariamente de habla rusa de Ucrania en el este, donde los separatistas respaldados por Moscú han estado luchando contra las fuerzas ucranianas durante los últimos ocho años y han declarado dos repúblicas independientes que han sido reconocidas por Rusia.
En las últimas semanas, el Kremlin declaró la captura del Donbas como su principal objetivo de la guerra después de que fracasara su intento de asaltar Kiev. Después de retirarse de la capital, Rusia comenzó a reagruparse y reforzar sus tropas terrestres en el este para una ofensiva total.
“No importa cuántas tropas rusas se lleven allí, lucharemos”, prometió Zelenskyy. “Nos defenderemos. Lo haremos todos los días”.
El estado mayor general del ejército de Ucrania dijo que las fuerzas del presidente ruso, Vladimir Putin, estaban aumentando los ataques en las regiones de Luhansk y Donetsk, ambas parte de Donbas, así como en el área de Zaporizhzhia.
“Esta mañana, casi a lo largo de toda la línea del frente de las regiones de Donetsk, Luhansk y Kharkiv, los ocupantes intentaron romper nuestras defensas”, dijo a los medios ucranianos Oleksiy Danilov, secretario del consejo de seguridad nacional de Ucrania. “Afortunadamente, nuestro ejército está resistiendo. Pasaron por sólo dos ciudades. Esto es Kreminna y otra pequeña ciudad”.
Agregó: “No estamos cediendo ninguno de nuestros territorios”.
Un oficial militar ucraniano dijo que habían comenzado batallas callejeras en Kreminna y que la evacuación era imposible.
El administrador militar regional de Luhansk, Serhiy Haidai, dijo que fuego de artillería pesada incendió siete edificios residenciales y apuntó al complejo deportivo donde entrena el equipo olímpico de la nación.
Haidai dijo más tarde a la televisión ucraniana que los rusos tomaron el control de la ciudad después de “arrasar todo”, por lo que sus fuerzas se retiraron para reagruparse y seguir luchando.
Mientras tanto, en la ciudad portuaria sureña sitiada de Mariupol, Denys Prokopenko, comandante del Regimiento Azov de la Guardia Nacional de Ucrania que resistía a las fuerzas rusas, dijo en un mensaje de video que Rusia había comenzado a lanzar bombas revienta-búnkeres sobre el acero de Azovstal. planta donde estaba escondido el regimiento.
La planta en expansión contiene un laberinto de túneles donde se refugian tanto los combatientes como los civiles. Se cree que es el último gran foco de resistencia en la ciudad destrozada.
Durante la noche y el lunes, Rusia bombardeó la ciudad occidental de Lviv y una multitud de otros objetivos en Ucrania en lo que parecía ser un intento intensificado de derribar las defensas del país.
Se informó que al menos siete personas murieron en los ataques con misiles en Lviv, una ciudad cercana a la frontera polaca que solo ha sufrido ataques esporádicos durante casi dos meses de guerra y se ha convertido en un refugio para los civiles que huyen de los combates en otros lugares. Para creciente enfado del Kremlin, Lviv también se ha convertido en una importante puerta de entrada para las armas suministradas por la OTAN.
El ataque a Lviv golpeó tres instalaciones de infraestructura militar y un taller mecánico, según el gobernador de la región, Maksym Kozytskyy. Dijo que entre los heridos había un niño.
Un hotel de Lviv que albergaba a ucranianos que habían huido de los combates en otras partes del país también sufrió graves daños, dijo el alcalde Andriy Sadovyi. La ciudad ha visto crecer su población con ancianos, madres y niños que intentan escapar de la guerra.
“La pesadilla de la guerra nos ha alcanzado incluso en Lviv”, dijo Lyudmila Turchak, quien huyó con dos niños de la ciudad oriental de Kharkiv. “Ya no hay ningún lugar en Ucrania donde podamos sentirnos seguros”.
Lviv, la ciudad más grande y un importante centro de transporte en el oeste de Ucrania, está a unos 80 kilómetros (50 millas) de Polonia, miembro de la OTAN.
Rusia se ha quejado enérgicamente del creciente flujo de armas occidentales hacia Ucrania y ha advertido que dicha ayuda podría tener consecuencias. En los medios estatales rusos, algunos presentadores han afirmado que los suministros equivalen a un compromiso directo de Occidente en la lucha contra Rusia.
Una poderosa explosión también sacudió Vasylkiv, una ciudad al sur de la capital de Kiev que alberga una base aérea, según los residentes. No quedó claro de inmediato qué fue lo que golpeó.
Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, fue alcanzada por un bombardeo que mató al menos a tres personas, según periodistas de Associated Press en el lugar. Uno de los muertos era una mujer que parecía salir a buscar agua bajo la lluvia. La encontraron con un bote de agua y un paraguas a su lado.
Los analistas militares dicen que Rusia estaba aumentando sus ataques a las fábricas de armas, los ferrocarriles y otras infraestructuras antes de su asalto al Donbas.
Moscú dijo que sus misiles alcanzaron más de 20 objetivos militares en el este y centro de Ucrania el día anterior, incluidos depósitos de municiones, cuarteles generales de comando y grupos de tropas y vehículos.
También informó que su artillería alcanzó 315 objetivos ucranianos adicionales y que los aviones de combate realizaron 108 ataques contra tropas y equipo militar. Las afirmaciones no se pudieron verificar de forma independiente.
El general Richard Dannatt, ex jefe del ejército británico, le dijo a Sky News que Rusia estaba librando una campaña de «ablandamiento» antes de la ofensiva de Donbas.
Un alto funcionario de defensa de EE. UU., que habló bajo condición de anonimato para discutir las evaluaciones del Pentágono sobre la guerra, dijo que ahora hay 76 unidades de combate rusas, conocidas como grupos tácticos de batallón, en el este y sur de Ucrania, frente a las 65 de la semana pasada.
Eso podría traducirse en alrededor de 50.000 a 60.000 soldados, según lo que el Pentágono dijo al comienzo de la guerra que era la fuerza típica de la unidad de 700 a 800 soldados, pero los números son difíciles de precisar en esta etapa de la lucha.
El funcionario también dijo que cuatro vuelos de carga estadounidenses llegaron a Europa el domingo con una entrega inicial de armas y otros materiales para Ucrania como parte de un paquete de 800 millones de dólares anunciado por Washington la semana pasada. Y el entrenamiento del personal ucraniano en obuses estadounidenses de 155 mm está programado para comenzar en los próximos días.
La captura de Mariupol, donde Ucrania estima que han muerto 21.000 personas, se considera clave, y no solo porque privaría a Ucrania de un puerto vital y completaría un puente terrestre entre Rusia y la Península de Crimea, incautado de Ucrania desde 2014.
El funcionario de defensa de EE. UU. dijo que si las fuerzas rusas logran tomar el control total de Mariupol, eso podría liberar casi una docena de grupos tácticos de batallón para usar en otras partes del Donbas.
