SAN MIGUEL TOTOLAPAN, México (AP) — Una banda de narcotraficantes mató a tiros a 20 personas, incluidos un alcalde y su padre, en las montañas del estado de Guerrero, en el sur de México, dijeron las autoridades el jueves.
Los residentes comenzaron a enterrar a las víctimas incluso cuando un video publicado en las redes sociales mostraba a hombres que se identificaron como la pandilla de los Tequileros atribuyéndose la responsabilidad del tiroteo masivo.
El consejo de seguridad del estado de Guerrero dijo que hombres armados irrumpieron el miércoles en el ayuntamiento del pueblo de San Miguel Totolapan y abrieron fuego contra una reunión que el alcalde estaba celebrando con otros funcionarios.
Entre los muertos estaban el alcalde Conrado Mendoza y su padre, Juan Mendoza Acosta, ex alcalde de la localidad. Se creía que la mayoría de las otras víctimas eran funcionarios locales.
Los muros del ayuntamiento, que en ese momento estaban rodeados de juegos infantiles, quedaron acribillados a balazos. Totolapan es un municipio montañoso geográficamente grande pero escasamente poblado en una región conocida como Tierra Caliente, una de las zonas más conflictivas de México.
Hubo tantas víctimas que se llevó una retroexcavadora al cementerio de la ciudad para excavar las tumbas mientras los residentes comenzaban a enterrar a sus muertos el jueves. Para el mediodía, ya habían enterrado dos cuerpos y esperaban 10 pozos vacíos más.
Una procesión de unos 100 residentes que cantaban himnos caminó solemnemente detrás de un camión que transportaba el ataúd de un hombre muerto en el tiroteo. Una vez que se acercaron al cementerio, varios hombres sacaron el ataúd del camión y caminaron con él hacia la tumba que esperaba. Decenas de soldados estaban apostados a la entrada de la ciudad.
Ricardo Mejía, subsecretario de seguridad pública de México, dijo que los tequileros están luchando contra la pandilla Familia Michoacana en la región y que se estaba verificando la autenticidad del video.
“Este hecho se dio en el marco de una disputa entre bandas criminales”, dijo Mejía. “Un grupo conocido como los Tequileros dominó la región durante algún tiempo; era un grupo que principalmente traficaba y distribuía opio, pero también se dedicaba al secuestro, la extorsión y varios asesinatos en la región”.
Totolapan estuvo controlado durante años por el jefe de la banda de narcotraficantes Raybel Jacobo de Almonte, conocido por su apodo como “El Tequilero” (“El bebedor de tequila”).
En su única aparición pública conocida, de Almonte fue captado en video bebiendo con el anciano Mendoza, quien entonces era el alcalde electo de la ciudad, en 2015. No estaba claro si el anciano Mendoza estaba allí por su propia voluntad o había sido obligado a asistir a la reunión.
En ese video, de Almonte parecía tan borracho que murmuró de manera inaudible y uno de sus secuaces tuvo que sostenerlo en una posición sentada.
En 2016, los lugareños de Totolapan estaban tan hartos de los secuestros de los tequileros que secuestraron a la madre del líder de la pandilla para aprovechar la liberación de otros.
Si bien los tequileros dependieron durante mucho tiempo del tráfico de pasta de opio de los productores locales de amapola, el uso creciente del opioide sintético fentanilo había reducido la demanda de pasta de opio y el nivel de violencia en Guerrero.
También el miércoles, en el vecino estado de Morelos, un diputado estatal fue asesinado a tiros en la ciudad de Cuernavaca, al sur de la Ciudad de México.
Dos hombres armados que viajaban en una motocicleta mataron a tiros a la diputada estatal Gabriela Marín cuando salía de un vehículo frente a una farmacia. Según los informes, una persona con Marín resultó herida en el ataque.
“Con base en la información que tenemos, no podemos descartar un móvil relacionado con la política”, dijo Mejía sobre ese asesinato. “La fallecida, Gabriela Marín, acababa de tomar posesión como legisladora en julio, luego de que muriera otro legislador, y había varias disputas judiciales por la curul”.
La matanza de Mendoza elevó a 18 la cifra de alcaldes asesinados durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a ocho la de diputados estatales, según datos de Etellekt Consultores.
El Congreso de México está debatiendo esta semana la propuesta del presidente de extender las funciones policiales de los militares hasta 2028. El mes pasado, los legisladores aprobaron el impulso de López Obrador para transferir la Guardia Nacional aparentemente civil al control militar.
Si bien los ataques a funcionarios públicos no son infrecuentes en México, estos ocurren en un momento en que la estrategia de seguridad de López Obrador está siendo fuertemente debatida. El presidente ha asignado una tremenda responsabilidad a las fuerzas armadas en lugar de a la policía civil para controlar los persistentemente altos niveles de violencia en México. Se comprometió a continuar y dijo que “tenemos que seguir haciendo las mismas cosas, porque ha dado resultados”.
López Obrador buscó culpar a las administraciones anteriores por el persistente problema de violencia en México.
“Son organizaciones (criminales) que están desde hace mucho tiempo, que no surgieron en este gobierno”, dijo López Obrador. También culpó a los lugareños de la región de Tierra Caliente por apoyar a las pandillas y, a veces, incluso por elegirlos para el cargo.
“Todavía hay comunidades que protegen a estos grupos e incluso los votan como autoridades”, dijo el presidente.
