La Paz, (Prensa Latina) La Organización Mundial de la Salud (OMS) realiza hoy el examen de la solicitud de Bolivia con vista a despenalizar el consumo de la hoja de coca en su estado natural, confirmó una fuente oficial.
Esa información consta en el informe anual 2024 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE).
«Cuando la OMS finalice el examen, se notificará al Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia», expresa el documento en el cual se consigna, la solicitud boliviana de revisión de la actual clasificación de la coca en la Lista I de la Convención de 1961.
Recuerda el informe de la JIFE que Bolivia tiene una reserva a la Convención de 1961 por la que se permite el acullico o masticación de la hoja de coca con fines culturales.
«El Gobierno protege constitucionalmente la coca ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad y factor de cohesión social, y no la considera un estupefaciente en su estado natural», refiere el texto.
Según las autoridades bolivianas, la iniciativa busca reparar un «error histórico» en el régimen del control de drogas de Naciones Unidas (ONU) sobre la hoja de coca que es usada por los pueblos indígenas de Sudamérica de manera ancestral.
Bolivia espera el respaldo en este proceso de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) en el proceso para activar este «examen crítico» y despenalizar internacionalmente a la hoja de coca.
El vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, instó en la XXIV Reunión de Alto Nivel del Mecanismo de Coordinación y Cooperación en Materia de Drogas Celac-UE a apoyar al país altiplánico en su esfuerzo por desclasificar a esa materia prima de la Lista I de Estupefacientes de la Convención Única de 1961.
Tal foro reunió a finales de febrero en La Paz a autoridades de ambos bloques regionales.
Desde marzo de 2023, el Gobierno del presidente Luis Arce anunció la decisión de activar este proceso a través de un examen crítico por parte de la Organización Mundial de la Salud.
Bolivia figura junto a Colombia y Perú entre los mayores generadores de este producto, y mediante la Ley de la Coca mantiene un límite legal para este cultivo de 22 mil hectáreas para usos lícitos, mientras el excedente es sometido a erradicación y racionalización.
Choquehuanca defendió las bondades del arbusto milenario con el argumento de que es un patrimonio cultural y describió en una amplia exposición sus cualidades medicinales y alimentarias.
Aseguró que los «errores históricos del régimen de control de plantas y sus derivados», impuesta con la Convención Única de 1961, «son corregibles y revisables» a la luz de actuales evidencias científicas.
