PUERTO PRÍNCIPE, Haití (AP) — La policía se comprometió el miércoles a tomar medidas enérgicas contra la implacable violencia de pandillas que ha paralizado franjas de la capital de Haití, y pidió a los haitianos que pongan fin a una serie de espeluznantes asesinatos de vigilantes.
El llamamiento se produjo después de que una multitud enfurecida matara el lunes al menos a 13 presuntos pandilleros que la policía había arrestado, con videos e imágenes compartidos en las redes sociales que sugieren que un número aún mayor ha muerto desde entonces después de ser apedreados e incendiados.
“Si alguien escucha algo, por favor avise a la policía”, dijo Garry Desrosiers, vocero de la Policía Nacional de Haití, en una conferencia de prensa. “No tomen la justicia por su propia mano”.
Desrosiers dijo que la policía está movilizada y que las operaciones antipandillas continuarán e instó a las personas a comunicarse con la policía si ven actividades inusuales o personas que no reconocen en sus vecindarios.
Le dijo a The Associated Press que «muchas» víctimas fueron asesinadas esta semana, pero se negó a proporcionar detalles.
La violencia de los vigilantes el lunes tuvo lugar en el barrio de Canape Vert de Port-au-Prince después de que la policía detuviera y registrara un minibús en busca de contrabando y confiscara armas de los sospechosos que estaban boca abajo en el pavimento cuando fueron linchados.
Desrosiers dijo que un número limitado de policías estaba en el lugar cuando sucedió: “No pudieron sostener a la multitud, y la multitud reaccionó”.
Otros seis presuntos pandilleros en el vecindario cercano de Turgeau que presuntamente recibieron disparos de la policía también fueron incendiados el lunes.
La violencia de las pandillas en los últimos días ha herido a tres policías y ha llevado a la gente en Canape Vert y Turgeau a armarse con machetes, piedras y botellas para defender sus vecindarios mientras instalan puestos de control improvisados y bloquean las entradas con grandes camiones.
Desrosiers dijo que comprende la ira y la frustración de la gente por la violencia de pandillas en curso.
“Han sido victimizados. Han estado sufriendo. Las mujeres jóvenes están siendo violadas. Los profesionales están siendo secuestrados. Eso no es aceptable”, dijo y también condenó la violencia de los vigilantes.
Las Naciones Unidas estiman que las pandillas ahora controlan el 80% de Port-au-Prince, ya que la anarquía se ha intensificado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
El miércoles, el nuevo enviado especial de la ONU para Haití pidió el despliegue inmediato de una fuerza internacional especializada que el primer ministro Ariel Henry solicitó por primera vez en octubre, haciéndose eco de una petición similar del secretario general de la ONU, António Guterres.
“La violencia de las pandillas se está expandiendo a un ritmo alarmante en áreas que antes se consideraban relativamente seguras en Puerto Príncipe y fuera de la capital”, dijo la enviada especial María Isabel Salvador. “El pueblo haitiano no puede esperar. Necesitamos actuar ahora.»
Pero el Consejo de Seguridad de la ONU no ha mostrado interés en desplegar una fuerza extranjera, ni Estados Unidos ni Canadá tampoco.
Salvador dijo que en el primer trimestre de 2022 se reportaron más de 690 hechos delictivos que incluyen homicidios, violaciones, secuestros y linchamientos. Ese número se duplicó con creces a 1.647 en el mismo período de este año, dijo.
Salvador también señaló que la Policía Nacional de Haití tiene una grave escasez de personal: “Apenas 3.500 policías están en servicio de seguridad pública en un momento dado, en todo el país”.
Más de 11 millones de personas viven en Haití, donde operan aproximadamente siete grandes coaliciones de pandillas y unos 200 grupos afiliados.
