El suicidio es una tragedia que afecta gravemente no sólo a los individuos, sino también a sus familias, las comunidades y los países, convirtiéndose en la segunda causa de muerte en personas de 15 a 29 años de edad.
Cada año, más de 700,000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
A propósito de que el pasado 10 de septiembre se conmemoró, a nivel mundial, el Día de la Prevención del Suicidio, la directora de Salud Mental del Servicio Nacional (SNS), doctora Francis Báez, explica que el suicidio es un problema complejo, en el que intervienen diferentes factores, como psicológicos, ambientales, sociales y biológicos.
En ese sentido, la especialista identifica señales que pudieran alertar si alguien cercano piensa en el suicidio, para ayudarle a superar la etapa por la que está pasando y evitar la tragedia, estas son:
• Habla acerca del suicidio, o usa expresiones como «desearía no haber nacido», «quisiera estar muerto», o cosas similares.
• Intenta obtener medios para hacer efectivo el suicidio.
• Retraimiento extremo.
• Cambios de humor.
• Sentir impotencia y desesperación ante una situación.
• Abuso de alcohol y drogas.
• Cambios en la rutina normal.
• Hace cosas autodestructivas e imprudentes.
• Despedirse de las personas como si fuera a ser definitivo.
• Ansiedad.
• Baja autoestima.
La doctora Báez agrega que al momento de observar conductas depresivas en alguien del entorno cercano que pudiera desencadenar en suicidio, el primer paso es buscar ayuda con profesionales de la salud mental que puedan abordar al paciente, ya que muchas veces la familia se da cuenta de la situación, pero entienden que ellos mismos la pueden manejar.
“Hay que tener bien claro que se trata de una enfermedad, el suicidio es un trastorno neuro bioquímico a nivel cerebral, por lo que ese paciente debe ser intervenido de inmediato por profesionales de la salud mental, tanto psicológico como psiquiátrico, que logren que ese cerebro recapitule y el paciente le encuentre el sentido a seguir viviendo”, explicó.
Agrega que los profesionales de la salud son acompañantes directos que intervienen y dan seguimiento a las personas en situaciones como estas. “A las personas con pensamientos suicidas hay que facilitarle métodos y herramientas seguras para que cuando sientan ese impulso o deseo, busquen ayuda y salgan de ese estado«.
Unidades de Intervención en Crisis
La Red Pública de Servicios de Salud cuenta con diferentes unidades de intervención en crisis en los hospitales Francisco Moscoso Puello, Darío Contreras, Municipal Jacinto Ignacio Mañón y Salvador B. Gautier en Santo Domingo; el Juan Pablo Pina en San Cristóbal y el Alejandro Cabral en San Juan de la Maguana.
Además, en todos los hospitales de segundo y tercer nivel están disponibles los servicios de Psicología, Psiquiatría y tratamientos eficaces para todo tipo de trastorno de la salud mental, en especial, para estos casos de personas depresivas con pensamientos e intenciones suicidas.
La psiquiatra Francis Báez enfatiza que la salud mental no es un juego y es necesario que se le preste la importancia que amerita, entender que una depresión no es algo simple y que mucho menos, se puede salir de ella sin ayuda.
Desde el año 2003, el 10 de septiembre se celebra a nivel mundial el Día de la Prevención del Suicidio, organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS), con el objetivo de concienciar sobre la prevención del suicidio.
