RIO DE JANEIRO. La ciudad del béisbol también es cuna de la halterofilia dominicana.
Beatriz Pirón, oriunda de San Pedro de Macorís, estuvo el sábado a un kilo de subir al podio en la categoría de 48 kilos del levantamiento de pesas de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La chica de 21 años, medallista de bronce el año pasado en los Juegos Panamericanos de Toronto y campeona centroamericana en arranque en 2014, es sobrina de Guillermina Candelario, otra leyenda dominicana del levantamiento de pesas y ganadora de tres medallas panamericanas, entre ellas una plata en Santo Domingo 2003.
“De donde solo salían peloteros, también ahora salen pesistas”, expresó Pirón, en referencia a la ciudad que ha producido a varios de los mejores jugadores dominicanos de Grandes Ligas.
Pirón no pudo contener las lágrimas tras ser superada por un kilo en la final por la eventual medallista de bronce, la japonesa Hiromi Miyake, quien totalizó 188 kilos. El oro fue para la tailandesa Sopita Tanasan, con 200 kilos, y la plata para la indonesia Sri Wahyuni Agustiani, con 192.
“Para mí ha sido un poco duro, porque llevo cuatro años trabajando para esto y no me fue como esperaba”, dijo Pirón. “Estaba entrenando fuerte, estaba haciendo más (peso) de lo que hice hoy aquí, pude hacer más pero no lo pude lograr. Pero di lo mejor de mí por mi país, y eso es lo importante”.
Pirón comenzó a practicar el deporte desde joven inspirada en su tía Candelario, quien tuvo una larga carrera internacional pero no pudo competir en unos Juegos Olímpicos tras lesionarse cuando estaba clasificada para Sydney 2000.
“En República Dominicana de pesas, todavía ninguna mujer ha ganado una medalla olímpica”, comentó, para luego consolarse con su cuarto puesto. “Creo que yo he sido la que ha quedado más cerca de las mujeres de Dominicana”.
