El alcalde de la ciudad turca de Estambul, Ekrem Imamoglu, fue condenado a dos años, siete meses y 15 días de prisión tras ser declarado culpable de «insultar abiertamente a funcionarios públicos» en 2019, informa la agencia Anadolu.
También se aplicó a Imamoglu el artículo 53 del Código Penal de Turquía. Según la ley, una persona condenada a prisión por un delito doloso no podrá ocupar un cargo público en el futuro. Sin embargo, la sentencia queda a la espera de la confirmación por un tribunal de apelación.
«El veredicto de hoy es un ataque a la voluntad de millones de habitantes de Estambul que eligieron democráticamente a un alcalde para su ciudad hace tres años. Pero aquí no acaba nada», declaró Imamoglu en su cuenta de Twitter, anunciando una manifestación entre sus partidarios y los residentes de la ciudad este jueves.
Las acusaciones contra Imamoglu, miembro del opositor Partido Republicano del Pueblo, se basan en los comentarios que hizo sobre 10 miembros del Consejo Electoral Supremo durante las elecciones a la alcaldía de 2019. Inicialmente derrotó a un candidato del partido gobernante, del presidente Recep Tayyip Erdogan, convirtiéndose en el primer alcalde de la oposición en la mayor ciudad del país por primera vez en décadas.
Sin embargo, el Partido de la Justicia y el Desarrollo, de Erdogan, impugnó los resultados, por lo que la votación fue anulada por el consejo electoral. Por su parte, Imamoglu ganó la repetición de la votación y declaró que las personas «que cancelaron las elecciones del 31 de marzo son tontos».
Los críticos hacia las autoridades actuales opinan que el procesamiento de Imamoglu, que se cree rival político de Erdogan, es un intento encubierto de impedir que se presente a las elecciones del próximo año, ya que si se ratifica la condena, el actual alcalde perderá la posibilidad de ser candidato de la oposición.
Sin embargo, en Turquía tales condenas no siempre obstaculizan la posibilidad de ocupar altos cargos, ya que el propio Erdogan, que fue alcalde de Estambul en la década de 1990, fue destituido y encarcelado después de que un tribunal dictaminara que un poema que recitó durante un discurso había incitado al odio religioso.
