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Por qué quitar la cera con hisopos puede ser perjudicial para los oídos

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Por qué quitar la cera con hisopos puede ser perjudicial para los oídos

Con la idea de limpiar los oídos, se suelen utilizar hisopos o cotonetes. En general, se asocia a la cera que hay en los oídos con que la persona no se ha higienizado lo insuficiente.

Sin embargo, la cera tiene funciones específicas para proteger el oído, entre ellas, hidratar la piel de su interior, evitar el ingreso y acopio de polvo en el canal auditivo y prevenir infecciones.

Los hisopos son palillos con algodón en la punta que fueron diseñados originalmente para limpiar heridas con mayor precisión. Con el tiempo, se fue haciendo común emplearlos para higienizar los oídos. Sin embargo, los profesionales de la otorrinolaringología no recomiendan el uso de hisopos por los múltiples riesgos que implica.

Uno de los riesgos es que una mala maniobra puede generar una rotura en la membrana del tímpano. Otro es que la cera que se busca quitar con el hisopo tiene propiedades antimicrobianas que protegen a los seres humanos de las infecciones y del agua.

Según remarcó en diálogo con Infobae, la especialista médica Sofía Perrota, de la división Otorrinolaringología del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires, “el uso de hisopos puede irritar la piel del conducto auditivo externo y quita la protección de la cera que se produce en el oído”.

“Otra consecuencia es que cuando la persona ya tiene una cobertura de cera en el conducto auditivo y se usa un hisopo, puede contribuir a que se forme un tapón en los oídos. Al usar el hisopo, se empuja al tapón hacia adentro. Eso puede generar microtraumatimo en el conducto auditivo y perforar el tímpano y afectar la audición”, advirtió la profesional. Es decir, el hisopo predispone a formar tapones de cera.

El cerumen es una fina capa de cera producida por los conductos auditivos para proteger su revestimiento y el tímpano de la irritación provocada por partículas extrañas como el polvo, el pelo, el agua y, en ocasiones, los insectos. Además de ser visible para los ojos, el cerumen también protege los oídos de las infecciones.

“La gente cree que el cerumen es sucio y que hay que limpiarlo, pero tiene propiedades antifúngicas y antibacterianas”, explicó a Infobae el otorrinolaringólogo y jefe del área de otorrinolaringología pediátrica del Hospital de Italiano de Buenos AiresJuan Razetti. Es tajante: “Ni adultos ni niños deben usar hisopos o cotonetes porque no son necesarios y pueden perjudicar a los oídos”.

De acuerdo con el experto, dentro del conducto auditivo externo, conviven diferentes bacterias que no hay que invadir con un hisopo ni con ningún otro elemento. La cera que se forma protege contra el viento y el agua. No es suciedad. Además, la piel del conducto es delicada, y con el uso del hisopo puede dañarse”, agregó.

Cómo quitar el exceso de cera de los oídos

Si una persona registra que tiene cera que sale de sus oídos, ¿qué se debe hacer? El doctor Razetti recomendó este consejo: “Con el dedo meñique de la mano enfundado en una toalla, se puede sacar solo el remanente de la cera que sale a diario. Si se trata de un bebé, los padres o sus cuidadores deberían hacer eso, pero nunca deben introducirles hisopos”.

Hay que tener en cuenta que el oído se autolimpia. Si se tapó el oído con cera, hay que ir al otorrinolaringólogo. También se deben evitar los auriculares que ingresan en los oídos, señaló.