La Fiscalía de Puno, en Perú, archivó la denuncia contra el expresidente boliviano Evo Morales, el líder del partido izquierdista Perú Libre, Vladimir Cerrón, y el exgobernador regional de Puno, Germán Alejo Apaza, por presunto atentado contra la integridad nacional y traición a la patria.
«Denuncia contra Evo Morales, Alejo Apaza y mi persona, por atentar contra la seguridad nacional y traición a la patria, ha sido archivado a falta de pruebas«, anunció Cerrón en la red social X (antes Twitter).
También adjuntó el despacho firmado por la Fiscalía que indica la decisión de «no formalizar ni continuar» la investigación preparatoria contra ellos por presunto «atentado contra la seguridad nacional y traición a la patria».
El proceso surgió a partir de una denuncia penal presentada en enero por el congresista peruano Jorge Montoya, del partido ultraconservador Renovación Popular, por las presuntas acciones con «el propósito de unir la región de Puno al Runasur», una organización internacional de movimientos sociales e indígenas que impulsa Morales.
«Persona no grata»
La plenaria del Congreso peruano declaró ese mismo mes de enero persona no grata a Morales por sus «constantes incitaciones en la política nacional que buscan desequilibrar el orden interno del país, en especial la zona sur».
Sin embargo, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Puno citó a declarar en abril al exmandatario boliviano en el marco de la denuncia de Montoya, pero no se presentó.
«Resulta contradictorio cómo la derecha peruana y sus aliados bolivianos tratan de perseguirnos judicialmente. Nos declaran persona no grata para que no ingresemos a Perú, pero luego nos citan a declarar a Puno», escribió entonces el líder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) en la redes sociales.
