El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aprovechó la visibilidad de sus conferencias diarias para acusar a las eléctricas privadas de «saquear» el país y de corruptas, aunque sin especificar estos hipotéticos casos.
La próxima discusión en el Legislativo mexicano de la polémica reforma eléctrica ha endurecido el mensaje oficialista.
Esto contra las empresas energéticas privadas en medio de una guerra de cifras y señalamientos que tiñen de incertidumbre el sector.
Sin dar más detalles, volvió este lunes a acusar a la eléctrica española Iberdrola de hacer «lobby» en México y de ser un monopolio.
Tras varios intentos fallidos por cambiar la legislación, López Obrador impulsa ahora una iniciativa de reforma constitucional.
La cual busca limitar al 46 % la participación privada en generación eléctrica para favorecer a la CFE.
CFE es una empresa del Estado, acusada de tener algunas plantas contaminantes y obsoletas.
El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) afirma que la CFE, incluyendo a los productores independientes de energía (PIE), controla cerca del 70 % de la producción, mientras que CFE rebaja la cifra al 62 %.
La reforma, que también propone la nacionalización del litio, se enmarca dentro de la promesa de fortalecer las estatales CFE y Petróleos Mexicanos (Pemex).
López Obrador lo tendrá difícil para lograr su aprobación pues se requieren dos terceras partes de las cámaras y su partido.
Movimiento Regeneración Nacional, no tiene mayoría calificada, por lo que necesitará pactar con la oposición, por lo que no se descartan cambios a la propuesta original.
Fuente: EFE
