MADRID.- Tres meses después de la pelea interna que casi todos los miembros históricos del PSOE libraron contra Pedro Sánchez en las primarias, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero ha empezado a reconducir su relación con Sánchez, con el problema de Cataluña como elemento aglutinador.
Zapatero, uno de los ‘tótem’ socialistas que se volcó para impedir que Pedro Sánchez recuperara las riendas del partido, empezó a tender puentes con éste el pasado julio, según fuentes del PSOE.
Por entonces Zapatero mediaba en la crisis de Venezuela entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición venezolana, pero en Ferraz aseguran que, a pesar de las heridas abiertas, el expresidente reportaba información al recién reelegido secretario general.
«Zapatero está dispuesto a reconducir su relación con Pedro. Felipe, no», apuntó a Efe una veterana del partido en alusión a Felipe González, cuya ruptura con el líder del PSOE es total.
La preocupación de Rodríguez Zapatero por la deriva secesionista de Cataluña es el asunto que más ha contribuido a la comunicación entre ambos.
Firme defensor del diálogo como motor de actuación para resolver el problema catalán, Zapatero podría haber intercedido ante el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, para que éste aceptara -como aún podría ocurrir- la propuesta de comisión de diálogo sobre Cataluña que reclaman los socialistas.
Así se interpretaron las palabras del expresidente pronunciadas a principios de agosto, cuando pidió públicamente al Gobierno y al oficialista Partido Popular que apoyasen al PSOE en sus ofertas de diálogo.
A cambio, el Gobierno de Rajoy tendría el apoyo incondicional del PSOE en la defensa de la Constitución y de la ley.
De hecho la aparición pública de Zapatero junto a la actual número dos del PSOE, Adriana Lastra, durante el inicio del curso político fue una sorpresa para propios y extraños; y también un síntoma de normalidad en un partido abierto en canal hasta hace pocos meses.
La propia Lastra se mostró encantada con la reconciliación, después de haber comparado la ruptura de los socialistas con una pelea familiar: «cuando te enfadas con tu padre, estás una semana sin hablarle pero le sigues queriendo».
La confirmación de que Zapatero y Sánchez están reconduciendo una relación política rota, que además nunca fue especialmente buena, está ahora a la vista de todos, pues esta misma semana el expresidente asistió a un coloquio en el que participó el secretario general del PSOE.
Allí Zapatero elogió ante los periodistas el discurso de Sánchez, en especial su apuesta por el diálogo con Cataluña.
Pedro Sánchez perdió el apoyo de su propio partido cuando se negó a apoyar la investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno tras dos elecciones en las que nuevos partidos rompieron el bipartidismo instalado en España durante casi 40 años. Agencias
