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    De cómo la justicia devolvió a ese Rambo del delito a la calle

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    En una madrugada de domingo del mes de octubre del año 2011, un grupo de delincuentes penetró al aeropuerto Joaquín Balaguer, manejando un carro de los que se usan en los campos de golf, abasteció de gasolina un avión propiedad del Grupo Punta Cana y se marchó en ruta hacia Sudamérica.

    Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades nacionales, llegaron a la conclusión, después de una profunda investigación, que el teniente del Ejército John Percival Matos, fue quien abrió las puertas del aeropuerto y por la suma de US$350 mil dólares, participó en el robo de la aeronave.

    También se llegó a la conclusión que la aeronave fue robada con la finalidad de devolverla al país con un cargamento de cocaína procedente de Venezuela, todo esto fue el resultado de confesiones, interrogatorios y apresamientos, tanto en el país como en el exterior.

    Al final, el avión apareció en Venezuela en una región selvática y oculta entre los árboles, fue apresada una persona, se confirmó que había la intención de usarla para transportar drogas, se acusó a Percival Matos junto a otras personas, quien fue puesto en libertad por los jueces de la República Dominicana.

    En el intermedio de esta historia, tenemos que ubicar la actividad agresiva e irrespetuosa del padre del exteniente Percival Matos, quien amenazaba, injuriaba, señalaba y hasta invitaba a duelos con armas de fuego en los medios de comunicación, a quien asintiera la acusación en contra de su «santo» hijo.

    Lo cierto es que los hechos posteriores han dado la razón a los organismos de seguridad del Estado, en el sentido de que Percival Matos era una persona de enorme peligrosidad, que había cometido un hecho de una audacia pocas veces vista en el país, robarse un avión en medio de la noche de un aeropuerto, y debió haber estado desde ese tiempo tras las rejas pagando sus culpas.

    Pero no sucedió así, es más, haciendo un repaso de lo que se publicó sobre ese caso, vemos con estupor como los medios de comunicación dieron más espacio a lo que dijo el egeneral Percival Peña, padre de Percival Matos, en el sentido de que eso era una persecución política en su contra, por sus críticas al gobierno, antes que a una investigación que debió haber estado muy bien hecha.

    Y peor aún, los jueces libertaron a este individuo dizque por falta de pruebas, a pesar de que el Ministerio Público entregó el plan de vuelo que llenó Percival con un nombre falso, las llamadas hechas por éste desde el Aeropuerto Joaquín Balaguer a la hora del robo del avión y hasta los nombres de quienes volaron la aeronave hasta Venezuela, los cuáles fueron inscritos como pasajeros.

    Como en el 2013 salió impune de un crimen como este y fue devuelto a la calle, pues Percival Matos se ha convertido en todo un «Rambo» del delito, porque aparentemente usa su entrenamiento militar, para cometer una serie de hechos que han conmovido a la República Dominicana y tienen en vilo a las autoridades.

    En un país tan pequeño como este, al Rambo Percival Matos, se le acusa de más de 10 delitos violentos, entre los que hasta ayer se destacaban, el asalto con armas largas y varios heridos a la tienda La Sirena de Villa Mella y la muerte cobarde de un custodia de una compañía transportadora de valores en Bella Vista Mall en plena hora pico.

    Y desde que ocurrió este último hecho, hemos vuelto al espectáculo de los medios de comunicación dando cabida a versiones alocadas de familiares a quienes definitivamente les falta un tornillo, y estábamos tan perdidos que hasta el director de la Policía confesó ayer a los medios que pensaban que Rambo Percival estaba fuera del país.

    Hasta que las cámaras de Plaza Lama identificaron a los que se atrevieron, a perpetrar un asalto con un arma de guerra de las usadas por las fuerzas militares, en la esquina que forman las avenidas mas transitada del país: Winston Churchill con 27 de febrero, el corazón del polígono central de nuestra capital.

    Sin ningún rubor y a cara descubierta, según las autoridades, allí estaba de nuevo Percival Matos al frente de una banda de delincuentes, a quienes para nada les importa matar a cualquiera que se interponga en su camino, a fin de robar las altas sumas de dinero en efectivo que manejan las tiendas más grandes del país.

    Da grima ver como uno de los asaltantes, que parece ser el exprimer teniente del Ejército Nacional, dispara su arma contra los infelices y mal armados guardianes de las empresas de valores, que por un mísero sueldo se juegan la vida frente a personas dispuestas a todo con tal de lograr su objetivo.

    Todo lo que está pasando con este individuo, se lo pueden cargar a la suma de delitos cometidos por los delincuentes que salen entran a la cárcel empujados por la policía y el Ministerio Público, para ser sacados de nuevo por las sentencias de jueces flojos en la aplicación de la ley.

    A ver ahora cómo se atrapa a este Rambo del delito que anda por las calles dominicanas cometiendo todo tipo de tropelías, ojalá no se produzcan mas muertes ni mas situaciones como esta, pero cuidado, que Percival Matos está rompiendo un paradigma que hasta ahora no se había producido en la delincuencia dominicana, está convirtiendo el delito en verdaderos actos de terrorismo, y eso es muy peligroso.