Por Humberto Salazar
El concepto de desarrollo sostenible promovido desde hace varias décadas por las Naciones Unidas, es la vinculación del uso de los recursos naturales, de modo sean sostén del crecimiento económico, con una fuerte vinculación con la responsabilidad social, que permita sostener este trípode para las futuras generaciones.
Cuando lo asemejamos a un trípode, es porque en su vértice podemos ubicar al desarrollo de un pueblo, país o región; que se sostiene en tres patas: recursos naturales, crecimiento económico y recursos humanos o sociedad.
Y es que desde la segunda mitad del siglo XX, se viene promoviendo la tesis, de que para que los países puedan desarrollarse y progresar desde el punto de vista económico, y que este avance pueda perdurar en el tiempo, será necesario hacerlo protegiendo el medio ambiente de la mano depredadora por naturaleza de los seres humanos.
Sin dudas, el crecimiento exponencial que ha tenido la humanidad, el desarrollo de nuevos medios de transporte con el uso generalizado de los combustibles fósiles, el uso de insecticidas agresivos para el medio ambiente, la quema de los bosques y la tala de árboles para diversos fines, han sido algunas de las causas del calentamiento de la tierra y el cambio climático.
En la República Dominicana, llevamos varios años tratando de disminuir la pérdida de nuestra foresta, afectada por los incendios para la creación de conucos, la tumba de árboles para mercadear la madera y la quema de troncos para fabricar carbón de leña principalmente, generándose un cuadro de serio peligro para las zonas donde nacen los afluentes que van a entregar sus aguas a los principales ríos del país.
En el día de ayer, en una visita a la históricamente pobre y olvidada provincia de Bahoruco, el presidente de la República Danilo Medina, planteó en una visita sorpresa de enorme trascendencia, por el tema y la forma en que se planteó la solución a largo plazo, de los problemas que existen en la loma Apolinar Perdomo en el Botado de la citada provincia.
Cuando desmenuzamos las soluciones que se avanzaron allí, podríamos identificar los tres pilares sobre los que se basa el concepto de desarrollo sostenible; la recuperación y protección de los recursos naturales, garantizar la participación social y que lo que se logre servirá para crear la riqueza necesaria que mejorará de una vez y para siempre la calidad de vida de los que habitan una de las zonas mas pobres del país.
El proyecto puesto en marcha ayer por el gobierno, implica la reforestación de 121 mil tareas, esto lo realizarán los mismos campesinos que habitan en este lugar, recibiendo un pago mensual del gobierno durante tres años, al mismo tiempo se les capacitará para que de entre ellos salgan los guarda-parques y los bomberos especialistas en evitar o sofocar los incendios forestales.
Además, se invertirán recursos para la multiplicación de abejas, cuyos apiarios serán una fuente de recursos económicos rápido para los habitantes del área, es decir, ademas de que recibirán 5 mil pesos mensuales de fondos estatales, los campesinos tendrán la oportunidad de obtener ingresos extra con negocios de este tipo.
Se trata de un proyecto muy ambicioso, que implica una inversión calculada en tres años de mas de mil millones de pesos, pero que cuando esté en plena producción tendrá un retorno de mas de 1,600 millones de pesos al año, es decir, en solo un año de producción quienes participen en este proyecto estarán recibiendo beneficios económicos por encima de lo que está invirtiendo el gobierno dominicano.
Se trata de sembrar, ademas de los árboles que servirán para reforestar, 12 mil tareas de aguacate de variedades que sean exportables, 35 mil tareas de café de alto rendimiento, 10 mil tareas de cacao, 60 mil tareas de árboles maderables, de los cuáles 45 mil tareas servirán para mantener el bosque y 15 mil serán parte de negocios de corte y venta de madera.
Son más de mil familias campesinas las que viven en esas lomas del suroeste del país en la más absoluta miseria, no podemos olvidar que esta zona de la República Dominicana, cuenta con los índices mas atrasados en cuanto a desarrollo social y económico de la nación, por lo que plantearse resolver el problema de la deforestación en esas lomas por medios exclusivamente coercitivos, sería un imposible, porque hablamos de una crisis para sobrevivir.
Entonces lo mas inteligente, como lo ha hecho el actual gobierno, es plantearse una solución que sea definitiva, que implique la reeducación de los que viven en el área, el sostén económico para la región en lo que se desarrollan los árboles que darán los frutos esperados, que haya una integración plena de los grupos organizados o no del lugar y que los resultados sean la multiplicación de la riqueza de un modo tan extraordinario, que la loma Apolinar Perdomo se convierta en un centro de producción de productos para exportación.
No está equivocado el Presidente Medina cuando les dijo ayer a los campesinos de esta región del país, que les estaba llevando el renacimiento de la esperanza, y si tiene que renacer es porque estaba perdida hace mucho tiempo, sin dudas la región suroeste ha sido la mas abandonada de todo el territorio nacional, el índice de desarrollo humano de esta área geográfica así lo certifica.
Ojalá que este sea uno de los proyectos tipo que sirva de replica a otros lugares del país donde existe el mismo problema, ya se han presentado soluciones como esta en situaciones similares, que esperamos se sigan replicando en una isla que ha sido impactada en su foresta por la mano destructora de los seres humanos.
A esto se le llama desarrollo sostenible, el insostenible es el que se ocupa solo de dar sin esperar nada a cambio, aquí se exige un nivel de compromiso de la comunidad, trabajo fuerte y tesonero para la reconstrucción forestal, garantía de sostén económico mientras se realiza el proyecto y cálculos creíbles de que una vez en producción las mismas manos serán beneficiadas económicamente, elevando el nivel de vida para ellos y sus familias.
