Por Humberto Salazar
Cuando el actual presidente Danilo Medina visitó y definió su posición sobre el tema de la deforestación en la comunidad de Hondo Valle, provincia de Elías Piña el día de ayer, no tuvimos mas que recordar que en sus palabras lo que hacia era parafrasear lo que fue la posición histórica del presidente que más preocupación y acciones tomó para intentar evitar el desastre ecológico que viene detrás de la deforestación de nuestras montañas: Joaquín Balaguer.
Lo increíble es que las palabras de ambos presidentes son las mismas, a pesar de que han pasado mas de 55 años de las primeras medidas que tomara Balaguer, allá por el año 1961, aunque era vapuleado en las calles por los cívicos y las consignas anti-trujillistas, promulga la ley 5779, la que declara de zona vedada y de alto interés público, toda la zona que se encuentra en Alto Bandera, a los fines de conservar el nacimiento de los principales ríos del país.
En su visita sorpresa del día de ayer, Danilo advirtió que todo al que se encuentre atentando contra la foresta del lugar donde fue por segunda vez en menos de un mes en el sur del país, seria apresado y sometido a la acción de la justicia, y advirtió: ¨si no paramos esto ahora, en cinco, seis o diez años, tendrán que irse todos de aquí¨.
En la campaña electoral del año 2000, en un mitin en Puerto Plata y hablando del tema de la agresión contra el medio ambiente, Joaquín Balaguer decía lo siguiente:
«En Perdernales, tal vez la mas pobre de nuestras provincias, desciende una meseta extraordinaria y sencilla, se inicia en Aguas Negras y de allí se prolonga insensiblemente hasta Mencía, La Altagracia, Las Mercedes, hasta que modestamente se prolonga con suavidad hasta Los Arroyos, una cumbre que se eleva varias docenas de pies sobre el nivel del mar».
«Desde su eminencia se divisa hacia el oeste Haití, un Haití semi-devastado, allí existió cuando quien les habla lo conoció un apiario, un apiario espléndido que tenia una gran resonancia y una gran prosperidad, porque en sus alrededores, para pasto y regalo de las abejas había una inmensa variedad de flor silvestre».
#Pues bien señoras y señores, todo ese prodigio extraordinario se ha desvanecido, sus moradores lo han abandonado, huyendo de la peor de todas las pestes, que es el hambre, y el peor de todos los flagelos, que es la injuria oficial».
¿Es qué acaso hay alguna diferencia entre esta descripción que hizo Balaguer, en una de sus últimas presentaciones públicas en su larga vida política, y la advertencia de Danilo a los campesinos reunidos a su derredor en día de ayer, de que si seguían depredando la naturaleza que les rodeaba, terminarían ocupando con sus familias una sola habitación en algún barrio marginado de los que rodea la capital?
Absolutamente ninguna, lo único que es diferente en cuanto a la ley de 1961 que intentó proteger la zona mas alta de nuestra cordillera central, la advertencia de Balaguer sobre las consecuencias de la depredación en Pedernales y las duras palabras en el día de ayer del actual Presidente Medina, son las fechas, el problema sigue siendo el mismo, agravado ahora por el tiempo.
Somos una isla con recursos limitados, y la preservación de la foresta, es un tema ideológico, político, científico, que muestra un profundo compromiso con el futuro de la República Dominicana, con el agravante de que tenemos como vecinos a uno de los territorios mas agredidos, desde el punto de vista forestal de todo el continente.
Ideológicamente, los que asumimos la democracia cristiana como doctrina de ejercicio político, aprendimos que la explotación de los recursos naturales para nuestro beneficio como generación, debe ser realizada con la conciencia de que hay que preservar estos bienes que nos entregó Dios el creador, con la responsabilidad necesaria que garantice la supervivencia de las próximas generaciones.
Políticamente, son los gobiernos los responsables de que la riqueza forestal y natural del país sea respetada, en 1966 por ejemplo, una de las primeras medidas del Presidente Joaquín Balaguer al dar inicio a sus doce años de gobierno electo en las urnas, fue disponer el cierre de los aserraderos y hacer responsable a las fuerzas armadas del cumplimiento de esta medida.
Hace ya 50 años, al que muchos acusan como un presidente de derechas y aliado de la oligarquía dominicana, cerró por decreto la fuente de ingresos de muchas de las familias de mayor poder económico del país, y no solo eso, promovió, hizo aprobar por el congreso y promulgó la ley 104, que declara de alto interés nacional y patriótico una activa campaña de reforestación en todo el territorio nacional.
Pero también el tema ahora es científico, porque se ha demostrado que la perdida de los arboles por la mano del hombre, es una de las principales causas de la emisión de CO2 a la atmósfera, cuya concentración provoca el llamado «efecto invernadero», que a su vez es lo que está provocando el calentamiento de la tierra y el cambio en el clima, lo que pone en peligro la vida misma de las futuras generaciones.
En las palabras del presidente Danilo Medina en el día de ayer, se podría resumir la solución, no solo en Hondo Valle, sino en este depredado territorio llamado República Dominicana, a este problema que afectará profundamente las posibilidades de vivir en esta tierra de los futuros dominicanos.
A los habitantes de este lugar les dijo lo siguiente: ¨El microclima de Hondo Valle es único, solo comparable con el Constanza y Jarabacoa. Tienen que explotar ese microclima que tienen, pero es modificando esa conducta depredadora. VAMOS A DAR UN PASO HACIA ATRÁS Y VAMOS A REFORESTAR……no vamos a permitir que el esfuerzo del pueblo dominicano que se va a encaminar para resolver este problema de deforestación y pobreza se eche a perder».
