Por Humberto Salazar
A esta hora, son las 10 de la noche del 15 de Mayo, los resultados de las elecciones a nivel presidencial son mas que claros, confirmando lo que decían todas las encuestas que se hicieron al final de la campaña electoral, Danilo Medina obtiene alrededor del 60% de los votos y Luis Abinader cerca del 35%.
Para los que tenemos una larga experiencia en los diferentes tipos de elecciones que se han realizado en el país, era evidente que el actual presidente se acercaba a una victoria sin precedentes.
No solo el país va bien en términos económicos, materia clave para mantener el poder en democracia, sino que ha hecho una diferencia a nivel rural que le daba una holgura que no tuvo en el 2012.
El mismo Partido de la Liberación Dominicana, que a nivel presidencial, perdió las elecciones en toda la zona rural hace 4 años, ahora ganó ampliamente en el campo, como resultado de las políticas aplicadas por Danilo para garantizar una mejor calidad de vida a mas del 30% de la población que vive en la zona rural del país.
Solo que un país y una democracia se hace mas fuerte a medida que dos polos electorales se enfrentan con posibilidades de ganar las elecciones en un solo día, pero esto se va construyendo poco a poco en los periodos ínter-electorales con las diferentes propuestas que deben plantearse para solucionar los problemas básicos de un país.
En la República Dominicana, la noche misma de las elecciones, vemos con vergüenza como no se quiere siquiera aceptar la emisión de datos preliminares transmitidos por vía electrónica, ya que lo que conviene a una parte del país político es mantener oculta la información para tratar de crear las consabidas crisis que tanto hemos vivido en las noches electorales.
Está mas que claro, que lo electrónico tiene que ser certificado por el conteo manual y los conflictos dirimidos en los colegios electorales con los delegados o en las juntas municipales; en caso de interdicción habría que ir al Tribunal Superior Electoral, pero un simple conteo de votos con una diferencia no debería causar la histeria que vimos en los integrantes del PRM.
La opinión pública, por suerte, apoyó la transmisión electrónica de datos, como se hace en cualquier parte del mundo donde se realizan elecciones, porque no es verdad que el país, en pleno siglo XXI y con las técnicas de información que poseemos, tiene que estar ciego por la voluntad de políticos cuya mentalidad no pertenece ni a la era analógica.
Lo único que vamos a echar de menos, es que el candidato perdedor salude el triunfo del ganador, que es lo usual en democracia, ya que el que pierde conserva la importancia de constituirse en el contrapeso de los que ganaron, aquí parece que tendremos otras elecciones mas en que no vemos una acción de cortesía como esa.
El proceso electoral del 2016 está cerrado, grandes ganadores y perdedores; el gran ganador es el Presidente Danilo Medina, quien argumentó a su partido que un solo periodo no era suficiente para cumplir con el trabajo que se había propuesto como primer mandatario y necesitaba el apoyo de todo el PLD para intentar ganar de nuevo las elecciones.
Lo logró, a pesar de todos los problemas internos, el PLD pudo superar sus diferencias y como un cuerpo político solido, pudo sortear las elecciones y lograr la presidencia por cuarta vez consecutiva, algo nunca visto en la historia politica democrática dominicana.
Otro ganador fue Luis Abinader y su PRM, aunque no lo sienta así, pues logró consolidar a us alrededor a las fuerzas opositoras en un partido nuevo, con una estructura política diezmada por la división y los enfrentamientos internos.
Gran perdedor el Partido Revolucionario Dominicano y Miguel Vargas, un resultado pírrico, que pone a ese partido al borde de la desaparición como fuerza política, parece que el actual presidente del otrora poderoso partido blanco, podría ser el enterrador de los símbolos de uno de los partidos históricos de la democracia dominicana.
No habrá ni que lo quiera nadie una crisis electoral, porque los votos fueron emitidos, contados, transmitidos y serán certificados, porque las matemáticas son una ciencia exacta y lo primero que nos enseñan en la escuela es a sumar y restar, no puede ser tan difícil contar votos en un país como este.
