SAO PAULO.-El líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), Guilherme Boulos, advirtió hoy que habrá una «resistencia muy fuerte» contra el «golpe de Estado» que busca la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, aunque precisó que la política de la mandataria es «indefendible».
En una entrevista con Efe, Boulos se refirió así al juicio político que se tramita en el Congreso y que busca acortar el mandato de la jefa de Estado, reelegida en octubre de 2014 en unas reñidas elecciones.
Boulos, uno de los principales nombres de la izquierda brasileña, recalcó que el MTST no está en las calles para defender a Rousseff, sino para gritar contra el «golpe» y contra la «escalada de intolerancia fascista» que «amenaza la democracia».
El principal dirigente del movimiento criticó la política económica del Gobierno de Rousseff, que consideró de «derechas», y advirtió a la presidenta que si continúa con un programa liberal «será tan enfrentada en las calles» como el vicepresidente Michel Temer, quien sustituiría a la jefa de Estado si es destituida.
Rousseff, agregó, parece sufrir el síndrome de Estocolmo: «Cuanto más le pegaban de la derecha, más giraba a la derecha. Ella pasó un año y medio intentando desesperadamente que la derecha fuera su amiga y la derecha continúa queriendo derribar ese Gobierno».
«Si Dilma pasa por ese proceso, su Gobierno permanece y ella mantiene la misma política que estaba aplicando. Ese Gobierno no va a tener condiciones sociales y políticas de ir hasta 2018. En ese caso no merece ir hasta el final», subrayó.
Para Boulos, «no hay motivos para defender» al Ejecutivo de Rousseff, pero las personas «saben el riesgo que sufre la democracia y lo que supondría un Gobierno de Temer».
El líder del MTST se mostró convencido de que el vicepresidente, primero en la línea de sucesión, tiene entre manos un «proyecto de retroceso histórico» que quiere «acabar» con los «subsidios» y los «programas sociales».
«Creer que eso va a suceder en Brasil sin una resistencia es algo ilusorio. Hacer eso y pensar que la sociedad se va a calmar y van a estar todos bien es una ilusión de quien no conoce la historia de los movimientos sociales en Brasil», dijo.
E insistió: «Va a haber resistencia y va a ser un momento de conflicto social en Brasil».
Boulos fue denunciado recientemente por las formaciones opositoras Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Demócratas (DEM) por «incitación al crimen» tras declarar que si avanza el juicio político contra Rousseff «Brasil será incendiado por huelgas, ocupaciones y movilizaciones» y «no habrá un día de paz».
El cabeza del MTST consideró «escandaloso» que dos partidos intenten «criminalizar» a los movimientos sociales y recalcó que «hay una derecha fascista llena de rabia en las calles».
«Sintieron el golpe. Pensaron que era carnaval, pero percibieron que la resistencia va a ser muy fuerte y no va a ser tranquilo. En las calles el juego está equilibrándose», sostuvo.
Para Boulos, Brasil se está «aproximando» a Venezuela en «el peor de los sentidos», ya que, a su juicio, la derecha brasileña está asumiendo los «métodos golpistas de la venezolana».
«En Brasil tenemos un Gobierno acobardado que no hizo ningún enfrentamiento y tenemos una derecha tan violenta como la venezolana», añadió Boulos, quien elogió el Ejecutivo del fallecido Hugo Chávez.
En este escenario, consideró que la izquierda brasileña «necesita un nuevo proyecto», en el que no está incluido el gobernante Partido de los Trabajadores.
«La alternativa es la lucha social. Es el momento de fortalecer la lucha contra los privilegios del país y radicalizar la democracia», añadió.
La lucha, dijo, no pasa por la construcción de un partido, porque este continuará sometido a las reglas del capital privado, y precisó que, por el momento, la única forma de «oxigenar» el sistema político es en las calles. Agencias
