Por Humberto Salazar [email protected]
Como en este país todo el mundo quiere estar imitando lo que ve en otros lados, la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE) está desde hace meses promoviendo la idea de un debate entre los candidatos a la presidencia y a otros cargos electivos para mediados del mes de abril.
Y en esta semana, han estado divulgando en los medios de prensa la lista de los candidatos que han confirmado su participación en lo que han organizado y haciendo énfasis en que, a pesar de que fueron invitados, los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana no han confirmado, ni van a confirmar agregamos nosotros.
No sabemos a quien en su sano juicio se le puede ocurrir, que un candidato de un partido oficial, vaya a sentarse a debatir en contra de todos los candidatos de la oposición en un sistema electoral fraccionado, como el de de República Dominicana, lo que lo pondrá en una desventaja evidente.
Imaginemos el escenario improbable en que Danilo Medina, el presidente de la República y candidato al mismo cargo acepte ir a debatir sus ideas y proyecciones de su próximo gobierno de cuatro años, veríamos un escenario con 8 podios, donde el candidato del partido oficial ocuparía solo uno.
Es decir, Danilo tendría el mismo espacio de tiempo, de participación, de exposición, que 7 candidatos de la oposición, los cuales todos tendrían el derecho de participar en igualdad de condiciones, un desequilibrio inconcebible y que no puede caber en ninguna cabeza racional.
Lo mismo sucedería con los candidatos a senadores y alcaldes, pues en un escenario electoral tan fraccionado como el que se presenta en República Dominicana, un debate entre candidatos tendría sentido si antes hay un filtro que determina cuales son los que tienen la validación popular suficiente para discutir sus propuestas de gobierno.
Es lo que sucede en el sistema norteamericano, donde los candidatos a la presidencia solo se enfrentan a debatir, después que han pasado por el filtro de las convenciones de sus partidos, con el agregado de que en los Estados Unidos existe un bipartidismo desde la misma fundación de la unión.
En España, para poner otro ejemplo, para las elecciones que se celebraron el pasado 20 de diciembre, Mariano Rajoy, presidente de gobierno y cabeza de lista del Partido Popular, se negó a debatir con los candidatos de la oposición juntos, quienes tuvieron que debatir sin la presencia del candidato oficialista.
Era imposible para Rajoy, presentarse en contra de por lo menos tres candidatos de la oposición: Pedro Sánchez del PSOE; Albert Rivera de Ciudadanos y Pablo Iglesias de Podemos, porque es evidente que concurriría en desventaja y desigualdad de condiciones.
Entonces como se lo ocurre a la gente de ANJE que un político tan experto como Danilo Medina y un partido con experiencia electoral vasta como lo es el PLD, van a exponer a sus candidatos en una presentación pública donde tendrían una séptima parte del tiempo que tendría el total de candidatos a participar.
Lo único que valida una candidatura es el resultado de las urnas, en este momento todos los candidatos a la presidencia son iguales y por lo tanto en un debate no pude ni debe haber exclusiones, si es que se presenta, entonces la única posibilidad que tiene un debate presidencial en la República Dominicana es que haya una solución de segunda vuelta electoral.
Porque en ese escenario solo quedarían dos candidaturas que son las que obtuvieron la cantidad de votos suficientes para pasar el filtro que les da la voz para hablar por los ciudadanos que votaron por ellos, antes es imposible solo plantearlo.
Un debate era válido en la segunda vuelta del año 1996, cuando clasificaron José Francisco Peña Gómez y Leonel Fernández, descartados todos los demás en ese escenario si era factible realizar un discusión pública entre los dos contendientes más votados, solo que en aquella ocasión fue Peña Gómez el que se negó a participar, y aun recordamos a Leonel hablándole a una silla vacía.
En este caso, es una necedad no solo de ANJE, que parece lo único que quiere lograr es notoriedad pública en un tema que evidentemente no maneja, sino del candidato del PRM Luis Abinader, quien vive retando a un debate al Presidente Danilo Medina.
No sabemos quien nombró a Abinader el vocero de la oposición, porque según la tenemos entendido también son candidatos a la Presidencia, Pelegrín Castillo, Minou Tavarez, Guillermo Moreno, Elías Wessin Chávez, Soraya Aquino y Juan Cohen.
Y en ese escenario creemos ni hay razones para excluir a nadie, ni tampoco existirían condiciones para que el candidato del partido de gobierno se expusiera al fuego graneado de 6 contrincantes, que en ese escenario, contarían con el mismo tiempo que el para exponer sus planes y proyectos.
Así que lo mejor sería que ANJE reconozca que lo que intentó implementar no tenía ni pies ni cabeza, que debió haberse planteado una forma diferente de debate, si es que la idea era que el país conociera la forma en que piensan los que han presentado sus candidaturas a la presidencia de la República, sabemos que no lo van a hacer, porque el afán de notoriedad parece que es el deporte nacional.
