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El dominicano José Bautista presentó a Azulejos lo que cuesta su continuidad

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Dunedin (Florida, EEUU).- De la misma manera precisa que hace contacto con la pelota cuando está en la caja de bateo, el toletero dominicano José Bautista tiene también muy claro lo que quiere recibir si su actual equipo de los Azulejos de Toronto desea que continúe con ellos.

Bautista, que se encuentra en su último año de contrato con el equipo canadiense de la Liga Americana, declaró hoy que los Azulejos ya saben sus pretensiones y lo único que falta es esperar una respuesta de su parte.

El toletero dominicano de 35 años protagonizó una gran temporada como fue la del 2015 cuando consiguió 40 jonrones y ayudó a que los Azulejos a convertirse en campeones de la División Este para luego quedar eliminados en el partido por el título de la Liga Americana.

Los Azulejos, que no se habían clasificado a la fase final desde 1993, cayeron derrotados ante los Reales de Kansas City en la lucha por el banderín de la Liga Americana.

«No pienso que deba haber negociación alguna. Creo que he demostrado quién soy. Me han hecho la pregunta de qué se requiere y yo les he dado la respuesta», señaló Bautista. «No voy a sentarme aquí y a intentar una negociación por un par de dólares».

Con una camiseta que decía «mi hogar es Toronto», Bautista habló con los periodistas durante unos 15 minutos, después de que los Azulejos realizaron su primera práctica oficial con lanzadores y receptores.

Bautista es junto con Josh Donaldson, su compatriota Edwin Encarnación y Troy Tulowitzki el núcleo principal del poderoso bateo que poseen los Azulejos y que les hizo temibles la pasada temporada.

Junto a su compatriota Encarnación están en el último año de sus respectivos contratos y dijo que el equipo se enteró hace un par de semanas acerca del acuerdo que el toletero desea.

Bautista admitió que su agente se ha involucrado en el proceso de la presentación de los son sus pretensiones económicas de cara al futuro.

«No quiero que esto se interprete como que hubo una postura inflexible, en la que yo dicté las reglas y puse los límites», aclaró sin embargo. «Ellos me hicieron una pregunta y yo les di la respuesta».

Por su parte, Ross Atkins, el gerente general de los Azulejos, tiene previsto reunirse con la prensa durante esta semana y posiblemente podrá tener ya una idea de como va el asunto de la extensión de contrato de Bautista.

Atkins llegó a la organización para trabajar con el presidente del equipo, Mark Shapiro, después de que el gerente general Alex Anthopoulos abandonó la organización en el descanso invernal.

Bautista no tuvo problemas en elogiar lo que han hecho Shapiro y Atkins hasta ahora, pese a que su propio futuro sea incierto.

«Pienso que ellos saben y entienden las cosas que dije, y están de acuerdo conmigo, pero también como es lógico deben valorar la posición del equipo y lo que puedan decir los dueños que son los que al final tendrán siempre la última palabra», explicó Bautista.

El equipo de los Azulejos es propiedad de la empresa de telefonía y medios audiovisuales Rogers Communications.

«En una compañía que cotiza en los mercados de valores, todos pueden rastrear su desempeño y ver que con nuestros éxitos deportivos la empresa se favorece», argumentó Bautista.

El toletero dominicano ganó 64 millones de dólares en los últimos cinco años, y los Azulejos ejercieron su opción para renovarle el convenio durante 2016 a cambio de 14 millones de dólares.

Bautista opinó que su desempeño ha sido superior al de ese contrato, y desestimó la idea de aceptar un descuento para seguir en la ciudad.

«Eso no existe, al menos no en mi mundo», adelantó Bautista. «En mi opinión, le he dado ya un descuento durante cinco años a esta organización».

Bautista firmó un contrato por cinco años en 2011, cuando venía de una temporada de 54 cuadrangulares y desde entonces ha logrado un promedio de 35 jonrones.

Mientras que el agente de Encarnación ha dicho que su cliente pondrá fin a las negociaciones una vez que inicie la temporada regular, Bautista no ha afirmado algo semejante, pero parece inclinarse por dejarle la decisión a la gerencia. Agencias