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    El PLD y la aritmética : suma, resta, multiplicación y división

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    Humberto Salazar
    Humberto Salazar

    Por Humberto Salazar                                    [email protected]

    La aritmética se define como la parte de las matemáticas que estudia los números y las operaciones que se realizan con ellos, que en su forma más elemental son: suma, resta, multiplicación y división.

    No hay que ser un genio, ni estar siquiera alfabetizado para entender que cuando sumas, lo que estas es añadiendo y cuando restas lo que haces es disminuir la posesión de cualquier objeto o cosa.

    Esto se aplica a todas las actividades de la vida pero su utilidad es mayor cuando se trata de usar números para identificar la posesión o proyectar la posibilidad de tener algún bien y, en el caso de la política electoral lo que se llama la suma de votos de los partidos.

    Con esta premisa vamos a sumar y restar los apoyos y deserciones como ejercicio aritmético del Partido de la Liberación Dominicana, a ver si entendemos algo de lo que pretende el grupo gobernante con miras a las elecciones del año próximo.

    Al PLD, que surge como una división del Partido Revolucionario Dominicano en 1973, le toca la fracción numérica más pequeña de esa organización y obtiene una base de 18 mil votos en su primera participación electoral.

    Multiplicándose lentamente en las capas medias de la población y con un ejército disciplinado de militantes cuyo activo principal era el sacrificio planteado por su lema de Servir al Partido para Servir al Pueblo, logra agenciarse más de 170 mil votos en 1982 y sobre 380 mil en 1986, es decir un crecimiento significativo.

    Aprovechando una nueva división del PRD y el desgaste del Partido Reformista Social Cristiano en el poder en el año 1990, suma una parte del voto del primero y el desencanto de una parte de la población con el gobierno de Balaguer, logrando prácticamente el triunfo electoral cuando obtiene nada menos que 650 mil votos.

    Sin embargo para las elecciones de 1994, en parte por la evidente disminución física del Profesor Juan Bosch y la resta de los votos golondrina del PRD que volvieron a su nido detrás de José Francisco Peña Gómez, cayó a poco mas de 390 mil votos, quedando en el tercer lugar pero convirtiéndose en árbitro de la crisis post electoral de ese año.

    Solamente un año y medio después, en mayo de 1996, el PLD con Leonel Fernández, suma primero el apoyo tácito de Balaguer y luego hace un acuerdo oculto con una parte del PRSC para la primera vuelta electoral de las elecciones de ese año, logrando clasificar para la segunda vuelta cuando obtiene mas de 1 millón cien mil votos.

    En la segunda vuelta gana las elecciones por primera vez en su historia política sumando el apoyo público del PRSC en un acto histórico donde los líderes fundamentales de nuestra democracia, Balaguer y Bosch, suman sus fuerzas para derrotar al PRD cuando Leonel suma 1 millón cuatrocientos mil votos

    Para las elecciones de congreso y municipios de 1998, se divide del PRSC, lo que resta su caudal de votos sensiblemente, en un torneo con baja participación el PLD, fruto de esta división y resta obtiene solo cuatro senadores y un total de 390 mil votos.

    Lo mismo ocurre cuando dividido del aliado que lo llevó al poder en 1996 concurre al torneo electoral del año 2000, en este la división lo lleva a obtener 735 mil votos, casi exactamente la mitad de los sufragios que lo llevó al poder, la parte que completaba el resultado ganador lo obtuvo el PRSC que llevó a Balaguer como candidato por última vez.

    A partir de esas elecciones, el PLD comenzó un proceso de suma de militantes con la decisión de abrir sus puertas a la masificación lo que lo llevó a sumar por si solo más de 650 mil votos propios en el año 2002, en unas elecciones de medio término con baja participación.

    A partir de esas elecciones, el partido morado ha ido sumando fuerzas que lo llevaron a ganar cinco elecciones en forma consecutivas, fruto de la adhesión de partidos y votos que vieron en sus candidatos a distintos niveles la esperanza a la solución de los problemas creados por el desgobierno del PRD en el periodo 2000-2004.

    Veamos: en el 2004 el PLD suma los votos sueltos dejados por la muerte de Balaguer en el año 2002, así como también agrega a la suma final de las elecciones de ese año los votos de 7 partidos aliados que los lleva a un total sobre 2 millones de votos y gana en primera vuelta.

    Para el 2006 suma más partidos a su alianza y forma el denominado Bloque Progresista, derrotando contra todos los pronósticos a la Gran Alianza Nacional (alianza rosada) que sumó al PRD y los restos del PRSC dirigidos por Quique Antún y sus renegados, en unas elecciones con baja participación los aliados y el PLD obtuvieron más de 1 millón y medio de votos.

    En el 2008, varios partidos más se suman al Bloque Progresista y una facción aun más grande del disgregado PRSC, que lleva candidato propio, y el PLD suma con sus aliados más de 2 millones cien mil votos .

    Lo mismo ocurre en el año 2010, pero esta vez suma oficialmente al PRSC a su grupo de aliados y junto al Bloque Progresista logra obtener 31 senadores de un total de 32 posibles, mayoría en diputados y mayoría en las alcaldías en todo el país, es decir, pinta el mapa dominicano de morado por todas partes.

    La suma por primera vez del reformismo y 13 partidos al Bloque Progresista en el año 2012, lleva al PLD a ganar las elecciones en la primera vuelta electoral con Danilo Medina como candidato, es más, sin la suma de los partidos aliados, incluyendo a los reformistas, el partido morado, que obtuvo solo 1 millón setecientos mil votos hubiera perdido las elecciones de Hipólito Mejía, el PRD obtuvo 1 millón novecientos mil votos.

    Después de este ejercicio aritmético de suma, resta, división y multiplicación, alguien me podría explicar ¿cómo es que el PLD va a ganar las elecciones del 2016 en la primera vuelta electoral con la cantidad de deserciones que tiene hasta este momento de su caudal natural electoral?

    Comencemos a restar: los votos tradicionales de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) que atraerá para sí el electorado de tendencia fuertemente nacionalista, además de votos de simpatizantes de Leonel Fernández que no se sienten representados por el actual grupo gobernante.

    Restemos los votos del Partido Reformista, que ya tiene conversaciones avanzadas con el Partido Revolucionario Moderno para una alianza que no sabemos todavía si será parcial o incluirá la candidatura presidencial.

    Resten también los votos del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano y probablemente los del Partido de la Unidad Nacional (PUN) que fue aliado al Bloque Progresista en las pasadas elecciones del 2012.

    Resten también los votos que obtenga Minou Tavares Mirabal, que muchos o pocos son de extracción peledeísta y hasta los votos de la vociferante clase media que acompaña a Guillermo Moreno y Alianza País, que en el pasado tuvo la tendencia a votar morado.

    Y ni hablar si el PLD y su candidato no convence a Margarita Cedeño de Fernández de que vaya como compañera de boleta de Danilo, porque esa seria una resta terrible, no porque ella vaya como candidata de otro partido, sino porque la imagen de división del parido morado seria insalvable para las elecciones del próximo mes de mayo.

    Ahora quizás se entienda que, aunque la política es una ciencia social, y por lo tanto del grupo de las ciencias inexactas, depende tanto de la aritmética elemental que lleva hasta el más tonto a llegar a conclusiones como si fuera un párvulo de primer curso.

    P.D. Nadie me hable de que sumaron al PRD, porque eso fue una compra de conciencia de un grupo de diputados que junto a Miguel Vargas no representan a nadie.