Por Humberto Salazar [email protected]
Dicen los que saben, que la confianza es como las telas que con paciencia infinita construyen las arañas, a veces pasan semanas y meses para que una simple araña poco a poco, punta a puntada pueda crear esa maravilla de la naturaleza que le servirá para atrapar a los insectos que le servirá de comida.
Pues el valor confianza en los seres humanos lo asemejan a esta acción de los arácnidos, tiene que pasar un largo tiempo que construir esa seguridad que se da en las relaciones humanas y permite vivir en armonía y en paz, sin embargo basta una acción para que lo construido con paciencia se destruya probablemente para siempre.
Cuando escucho y leo declaraciones como la de Cristina Lizardo, senadora y presidenta del Senado de la República, en el sentido de que ¨no esta en la agenda legislativa¨ la inclusión de la modificación constitucional que pondrían muy claros los artículos por medios de los cuales se impediría un nuevo invento para una reforma a la constitución, parece que sufre de amnesia porque eso es parte del pacto que firmaron ella y 34 miembros mas del Comité Político de su partido en un documento de mayo de este año 2015.
En el punto número dos lo siguiente: «Se acuerda respaldar e iniciar oportunamente a través de la representación legislativa de nuestro partido, una modificación de los artículos 270, 271 y 272 de la Constitución de la República, a los fines de fortalecer y hacer mas calificados los porcentajes requeridos para la reforma de la misma a futuro».
Es decir, que existe la obligación de la parte del PLD que aprobó a la fuerza la reforma para abrir las puertas a la reelección, comenzando por el actual Presidente Danilo Medina, de impulsar y respaldar una nueva reforma constitucional.
¿Sobre que temas? pues sobre los que firmó el acuerdo: en el articulo 270 que quede en blanco y negro y sin lugar a interpretación cual es el quorum necesario para la convocatoria de la asamblea revisora, en el 271 aclarar de una vez y por todas los votos necesarios para aprobar la ley de convocatoria en ambas cámaras, sin la discusión que se presentó sobre si era una ley orgánica u ordinaria y por último en el 272 poner también en claro la necesidad del referendo aprobatorio para una reforma tan importante y dejar cerrada esa discusión de modo taxativo.
El grave problema que trae consigo la ruptura de la confianza, es la presunción de mala fe, y en esto el grupo gobernante, comenzando por Danilo Medina se ha ganado la medalla de oro de la perdida de confianza en su palabra, ya que hay tiempo que dice una cosa y está haciendo absolutamente lo contrario.
En el tema partidario, Danilo y su grupo lo único que han demostrado es una obsesión cuasi enfermiza por destruir a Leonel y a todo lo que huela a Leonel Fernández, incluyendo el liderazgo ganado a pulso en los campos y ciudades de este país por la actual vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, quien después de haber puesto su esfuerzo y sus votos propios para ganar las elecciones del 2012, ha visto como los advenedizos y oportunistas de siempre han intentando opacarla y subyugarla desde oficinas muy cercanas a la del actual presidente.
Para tomarle la palabra a Danilo repetiremos lo que dijo esta misma semana de que el «habla por sus hechos mas que por palabras».
Pero es que en el PLD ese es su principal problema. que nadie cree ya lo que dice el actual presidente de la República, porque sus hechos, a pesar de hablar de inclusión y respeto a lo que dicen los demás, lo que han demostrado es una actitud de exclusión y sectarismo nunca vista, desde que ellos mismos clasificaban al país ¨entre corruptos y peledeístas¨.
El grave problema del Danilo Medina candidato es precisamente que ha faltado tanto a su palabra con los hechos, que nos parece muy difícil, que sin cumplir con el compromiso que tiene de hacer aprobar la reforma a la Constitución a que se comprometió junto a sus seguidores en el CP del PLD, logre que todo ese partido se ponga detrás de el en las próximas elecciones y, sin esa unidad, a nuestro juicio, la segunda vuelta esta cantada y de ahí podría salir cualquier cosa como resultado.
Si el grupo de «genios» del Palacio Naciónal consideran difícil que se logre una nueva modificación constitucional antes de que termine este año o para la primera legislatura que comienza el 27 de febrero, nos permitiremos darles una idea: envíen de nuevo a José Ramón Peralta, Miguel Pimentel Kareh y Gonzalo Castillo, con el alpiste que comen los canarios que habitan las oficinas del Congreso, tal como lo hicieron para pasar la reelección, y verán que rauda y veloz será la reforma, exactamente los mismo mensajeros de los maletines que hicieron su trabajo para abrir paso a la reelección.
