Por Humberto Salazar
La palabra cáncer, usada en la terminología de los médicos, abarca una serie de enfermedades caracterizadas por el crecimiento desordenado de células diferentes a las normales en una o diferentes partes de nuestro organismo, cuya causa puede ser muy variada.
Entre las causas se pueden identificar la genética o hereditaria, el tabaco, la luz solar y las radiaciones, algunos tratamientos médicos, causas desconocidas todavía y una serie de infecciones que son precursoras como es el caso del virus del papiloma humano (VPH).
Las siglas (VPH) que identifican al virus del papiloma humano, abarcan una serie de virus que se identifican por números y son los causantes de verrugas en la piel, manos, pecho o pies, así como otro tipo de malformaciones que se ubican en la boca, la lengua y las partes húmedas como la vagina y el ano, a este tipo de virus se le denomina VPH genital.
Este tipo de virus es muy frecuente en la población general y cuando la infección se hace crónica o de larga duración, especialmente si es causada por los virus numerados 16 y 18, se considera que que aumenta considerablemente el riesgo de que evolucione hacia un cáncer de útero, que es el más frecuente en la mujer joven en el país.
El VPH se transmite de una persona a otra a través de las relaciones sexuales, sean estas vaginal, oral o anal, y es posible estar infectado sin que exista ninguna sintomatología y aunque hayan pasado años desde la última actividad sexual, por lo que la determinación del riesgo estará determinada por la cantidad de parejas sexuales que tenga una persona en su vida.
No existe una prueba que determine la presencia del virus en hombres, en el caso de las mujeres hay una prueba para determinar su existe infección en el cuello uterino, no hay pruebas para saber si tenemos el virus en la boca, garganta, genitales masculinos y tampoco existe tratamiento en caso de que se identifique el virus, es decir, la prevención sería lo mas seguro para impedir la infección y por lo tanto el desarrollo de cáncer causado por este agente infeccioso.
Pues en la República Dominicana, el Ministerio de Salud Pública decidió tomar el tema en serio, y promover una campaña de vacunación contra el VPH en las escuelas, con la que pretende llegar a 200,000 niñas entre 9 y 10 años de edad, para disminuir la incidencia de cáncer de útero en la población mas pobre del país, que es una causa importante de muerte en mujeres jóvenes.
Solo que en este país de las maravillas, a un grupo de ignorantes comandados por el sacerdote Manuel Ruiz, que no sabemos donde estudió medicina y se especializó en ginecología, pediatría o infectología, se le ocurrió la brillante idea de cuestionar la campaña de vacunación que desarrolla el Ministerio de Salud, bajo el argumento de que la vacuna ¨puede llevar hasta la muerte¨ a quien se le aplique.
Y en las redes sociales, espacio que sirve para todo, se llegó al colmo de lanzar la especie de que esto era un plan de los Estados Unidos para esterilizar la población femenina, de modo que haya menos niños en nuestros países, algo tan alocado que solo puede caber en la cabeza de personas desquiciadas o con deseo de hacer daño a todo y a todos, es decir, un ejercicio de ignorancia pura y dura.
La verdad es que la única forma de prevenir la infección con el VPH es vacunándose, y esto se debe comenzar tan pronto como a los 9 años de edad, las vacunas han sido aplicadas en cerca de 300 millones de niñas en el mundo y hasta el momento no se ha asociado ningún caso de muerte en alguna parte por la aplicación de esta vacuna, es decir, es segura.
La vacunación se realiza en esta etapa de la vida, pre-adolescencia (9 a 11 años), porque se sabe que a esta edad hay mejor respuesta del organismo para la inmunización, y además que la vacuna tiene efecto antes de cualquier exposición al virus, y a esta edad los niños no han tenido contacto sexual alguno, hay que recordar que la forma de transmisión es la relación sexual.
Existen mas de 200 tipos de VPH, pero los que causan más del 75% de los cánceres y pre-cáncer de cuello de útero, ano, pene, garganta, vagina y vulva, son el VPH-16 y el VPH-18, que son exactamente los que previenen las vacunas que existen actualmente contra el virus, por lo que vacunar a la población a edades tempranas significa una disminución de estos tipos de cáncer en los próximos años, cuando estos, hoy niños y niñas, se conviertan mañana en jóvenes y adultos en edad reproductiva.
La efectividad de la vacuna, según los estudios realizados hasta el momento, es de un casi un 100% para los tipos de virus que provocaran cáncer, cuando se usa en personas que nunca han tenido relaciones sexuales, por lo que previene las infecciones persistentes en las zonas vulnerables ya mencionadas y por lo tanto protege totalmente a quienes han completado el esquema de vacunación.
Y como no es efectiva después de que se ha estado en contacto con el virus, lo mejor que podemos hacer es permitir que las niñas hijas de los más pobres, que no tienen acceso a la vacuna porque el costo es prohibitivo, hablamos de más de 8 mil pesos por dosis, sin lo que cobra el médico que la aplica, entonces a las palabras necias hagamos oídos sordos y permitamos la prevención del VPH sea una realidad y un éxito la campaña desarrollada por Salud Pública.
