Inicio Internacionales OPS avanza en proceso de evaluación situación sanitaria en suroeste Haití

OPS avanza en proceso de evaluación situación sanitaria en suroeste Haití

256

Jeremie (Haití).- Miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) avanzan en la evaluación de la situación sanitaria de las comunidades del sur y suroeste de Haití, las más castigadas por el huracán Matthew, y coordinan desde el terreno la gestión de la ayuda humanitaria que está por llegar.

Un equipo de la OPS estuvo desde 10 días antes del paso del huracán, preparando a los centros de atención sanitaria para afrontar una emergencia de esas características, proporcionando los insumos e instruyendo sobre los protocolos que debe seguir el personal sanitario.

Ahora, se trata de comprobar si han seguido sus recomendaciones, decidir a qué lugares es prioritario enviar nuevos medicamentos, e iniciar la tarea de cooperación técnica, menos visible que el reparto de ayuda, pero igualmente decisiva para salvar vidas.

Tras visitar Les Cayes, los consultores estuvieron hoy en Jeremie, donde se reunieron con los responsables del hospital Saint Antonie.

Lo que encuentran los evaluadores de la OPS en el pabellón donde tratan a los enfermos de cólera es una situación sensiblemente mejor a la que Efe pudo observar el lunes pasado.

Para empezar, hay más personal sanitario atendiendo a los enfermos, incluido un médico que, tras hacer recuento de cuántos están en observación, cuántos en estado grave, y cuántos a punto de recibir el alta, cifran en 37 el número de pacientes que tienen este jueves.

El galeno, aunque atiende a Efe amablemente, rehúsa facilitar su nombre, por considerar que ese dato no es importante, que no está ahí para hacer publicidad, sino para hacer su trabajo, que continúa de forma abnegada a pesar de las pésimas condiciones del lugar.

Según señaló, la situación es mejor que hace unos días, ya que la evolución de la mayoría de los pacientes es buena, y se ha reducido el número de afectados, que a principios de semana superaba los 50, además de una veintena en proceso de evaluación.

Esta vez, los enfermos sí están separados en función del estadio de la enfermedad en el que se encuentran, y hay rociadores con desinfectante para aplicarlo a quienes abandonan el recinto. También hay lejía en las puertas y un bidón con agua clorada para lavarse las manos.

Las medidas de higiene no son solo tarea de sanitarios. Los familiares de aquellas personas que tienen fuerzas para caminar, los acompañan al exterior para asearlos con agua y jabón, y los que cuentan con más energía se cepillan los dientes con fruición.

A unos metros, unos hombres trabajan en recomponer el pequeño pabellón, también destrozado por el paso de Matthew, utilizando restos de madera que encuentran entre los escombros que aún no han terminado de recoger.

Prácticamente a su lado, y a pesar de haber camas disponibles en el interior, dos mujeres tumbadas en el suelo, sobre cartones, componen una estampa dramática. Una de ellas tiene un aspecto cadavérico, con la mirada ausente, vacía, y a su lado hay un niño pequeño.

Todos los enfermos están recibiendo tratamiento con suero y, además, se sigue la indicación de la OMS de hidratarlos vía oral, para hacer un uso racional de las dosis, y garantizar así que sean suficientes para todas las personas que puedan precisar de atención.

Mientras, la ayuda de distintas organizaciones sigue en camino, y una lluvia intensa recibe a un convoy de efectivos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) procedente de Argentina, que lleva un cargamento a Jeremie.

Gracias a la tormenta, el sofocante calor da una tregua a la ciudad, pero complica aún más la vida de las miles de personas que no cuentan con un techo bajo el que cobijarse, aunque no parece que guarecerse de la lluvia sea una de sus preocupaciones. Agencias