El partido Poder Ciudadano llamó hoy a todos los dominicanos a apoyar firmemente la posición oficial dominicana en torno a la pretensión haitiana de desviar las aguas del río Masacre.
Lizamavel Collado, presidenta de Poder Ciudadano, dijo que la posición asumida por la República Dominicana y las medidas adoptadas en la línea fronteriza tienen “la pertinencia que imponen las circunstancias”.
“Nosotros tenemos que cerrar filas con el país, no aprovechar el momento para restar validez a lo que se está haciendo para disuadir a los haitianos para que paralicen esa obra”, manifestó Collado.
La dirigente política sostuvo que el nivel de deterioro de la situación ambiental haitiana debe mover a su clase política y empresarial a generar un clima de estabilidad en esa nación, de forma que puedan comenzar a enfrentar el grave problema de deforestación que les afecta.
“Los que están criticando y oponiéndose a la posición que a nivel local e internacional ha planteado el jefe del Estado, Luis Abinader, respecto del tema del río Masacre y, más insistentemente, con relación a la situación de ingobernabilidad e inseguridad ciudadana en Haití, no están entendiendo la gravedad de los problemas de la vecina nación”, apuntó Collado.
Sostuvo que la pretensión de grupos privados, con el apoyo del gobierno de Haití, de construir el canal al margen del Tratado Bilateral que regula esa materia, es un gran desafío no solo para la política internacional dominicana, sino para la seguridad nacional, la estabilidad social y económica de las comunidades fronterizas, así como para la integridad, manejo y aprovechamiento del río Masacre.
“Los haitianos tiene cada día menos agua para el consumo y la producción agropecuaria, por lo que este conflicto por el canal que ellos están construyendo, pudiera ser solo el primero de una serie de enfrentamientos entre los dos países”, indicó.
Collado indicó que la comunidad internacional debe escuchar el pedido dominicano de enviar tropas para estabilizar esa nación, de forma que se puedan desarticular las bandas criminales que controlan gran parte del territorio de ese país, propiciándose un clima político que permita que Haití recobre la normalidad democrática.
Indicó que la vecina nación tiene que ser “reconstruida política, institucional y medioambientalmente, porque cada uno de esos aspectos de la realidad haitiana han tocado fondo y se entrelazan”.
