Por: Claudia Fernández Lerebours
Santo Domingo, República Dominicana. – Finalizada la crisis del covid 19 y con la inflación en descenso, llega la hora de la República Dominicana tomar la ruta de reformas que le permitan fomentar oportunidades de desarrollo humano para toda la población, lo que no ha logrado en seis décadas de un extraordinario incremento de su producto interno bruto (PIB), a juicio del economista Henri Hebrard.
Citó entre esas reformas, mejor inversión en educación y salud, formalización de la economía, y políticas de fomento de la producción local.
“No podemos ser un país competitivo y atractivo sin un sector privado que se formalice, tecnifique, que pague mejores salarios, y que las políticas públicas favorezcan la producción local. Producción local con formalización, gente con salud y educación esa es la receta que no puede fallar”, expuso.
Habló en esos términos al analizar, a solicitud de Reseñas, de la condición de “país de desarrollo humano alto” de República Dominicana en el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas, pero con altos niveles de desigualdad.
Índice de desarrollo humano 2021
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) informó que pese a la pandemia de covid-19 la República Dominicana no retrocedió en ese indicador, que mide el desarrollo de los países según la esperanza de vida, el acceso a la educación y el PBI per cápita.
Con puntaje de 0.767 en el mismo, el país caribeño ocupa la posición 80 entre 114 países.
La organización resaltó que por primera vez en los 32 años que lleva elaborándolo, el IDH ha empeorado a nivel mundial durante dos años consecutivos.
“El retroceso es prácticamente universal, ya que más del 90% de países registran un deterioro de los niveles de su IDH en 2020 o en 2021, y más del 40 % en ambos años, una demostración de que la crisis sigue empeorando para muchos”, expuso.
Éxito de los programas especiales de apoyo
Hebrard atribuyó ese positivo resultado a los programas de ayuda que activó el gobierno pasado para mitigar el impacto económico de la pandemia y que fueron continuados por la actual administración del presidente Luis Abinader.
“Si se acumuló un IDH alto a pesar del covid, esto demuestra que las políticas y programas que se dieron, como FASE 1, FASE 2, Quédate en Casa, han permitido mitigar en gran medida el incremento de la pobreza y desigualdad que reproduce el covid. Eso yo creo que es importante. Hay un estudio del Mepyd que lo muestra muy bien. De no haberse aplicado esos programas, que se implementaron en el gobierno anterior y que el gobierno actual tuvo la sabiduría de mantener, de continuar, la tasa de pobreza hubiese aumentado más”.
Destacó que el IDH es una medición de alta credibilidad y muy bien aceptada por los que hacen análisis económico y social. “Sobre todo tiene una relevancia a la hora de diseñar políticas públicas e inclusive medir el efecto de fenómenos económicos sobre la sociedad o sobre la existencia o no de políticas públicas”.
RD debe cambiar la obsesión del crecimiento por la del desarrollo
A juicio de Hebrard, República Dominicana debe sustituir la “obsesión por el crecimiento económico por la del desarrollo”.
“Durante muchos años en la RD hemos tenido una obsesión con el crecimiento económico, el crecimiento se veía mediante una sola variable que era el crecimiento del PIB. Es importante el crecimiento del PIB, sin duda alguna, tú no puedes mejorar las cosas si no tienes un crecimiento importante, pero tenemos que hablar ahora de desarrollo económico y las políticas a ese fin”, resaltó.
“Hay que tener políticas y reformas y yo creo que ha llegado el tiempo, ya que estamos saliendo de la crisis del covid y de la inflación”, insistió.
La desigualdad, desafío dominicano
Ajustado su puntaje a la desigualdad del desarrollo (IHDI), República Dominicana pierde un 19.4%; su valor en IDH desciende a 0.618.
El PNUD señala que el “IHDI es el nivel real de desarrollo humano (que representa la desigualdad), mientras que el IDH puede verse como un índice de desarrollo humano ‘potencial’ (o el nivel máximo de IDH) que podría lograrse si no hubiera desigualdad”.
Hebrard dijo que es mucho más relevante verlo de ese modo. Aunque haya un IDH que fuese satisfactorio a nivel del país como el caso de República Dominicana, “se esconden realidades muy importantes que son desigualdades muy fuertes del desarrollo entre, por ejemplo, particularmente las provincias fronterizas y el Distrito Nacional o este y la provincia de Santo Domingo, que tiene muy mala calificación a nivel de desarrollo humano”.
En el gobierno de Luis Abinader toma cuerpo la visión desarrollista
Modificar el actual modelo dominicano de avance económico capturado por unos cuantos, apoya el mejor interés de la sociedad, expuso.
“En el gobierno hay gente con esa visión que está ocupando puestos importantes, en el equipo económico no todo el mundo piensa igual y ahí hay una lucha importante entre el polo más desarrollista y el otro que es un poquito más de lo mismo. Ahí es el presidente quien tiene que logra hacer una síntesis que sea viable”, expuso.
¿Qué es el desarrollo humano?
El Pnud define el desarrollo humano como el proceso por el cual una sociedad mejora la calidad de vida, condiciones de vida de sus miembros a través de un incremento del bien económico o bienes con los que puede cubrir sus necesidades básicas y complementarias, y de la creación de un entorno social en el que respeten los derechos humanos de la población.
El IDH divide los países en cuatro grandes categorías de desarrollo humano: muy alto, alto, medio y bajo. El valor va del indicador es de 0, el mínimo, a 1, el máximo.
