Los precios a nivel mundial del café podrían aumentar aún más debido a la disminución del volumen de la producción de los granos de arábica de gama alta en Brasil, ocasionada por los cambios climáticos extremos que afectaron al país sudamericano el año pasado, informa The Wall Street Journal.
De acuerdo con el medio, el período para producir una cosecha de café arábica es de 2 años, en consecuencia, los agricultores brasileños obtienen una mayor recolección de granos en años pares. No obstante, en el 2021, las plantaciones cafeteras en Brasil sufrieron primero sequías y después heladas, por lo que se prevé que los cultivos de este año se reduzcan a casi la mitad.
Los expertos pronosticaron que la producción de café brasileño para los próximos 12 meses, que comenzó a partir del pasado mes de julio, igualaría la marca que se estableció en el 2020 de 48,7 millones de sacos, los cuales contienen cada uno 132 libras de granos de arábica (60 kilogramos). Sin embargo, esta cifra puede ser mucho menor, a pesar de que la proyección oficial es de 35,7 millones de sacos.
El presidente de la cooperativa Minasul, José Marcos Magalhaes, calificó el panorama como «una gran crisis para» los caficultores, ya que se espera que en este 2022 se entreguen un millón de sacos menos, en relación de los 2,2 millones del 2020. «Algunos productores ni siquiera tienen la mitad de lo que estamos pidiendo», indicó.
Esta situación podría provocar una interrupción en el suministro de café a escala internacional, lo que significaría más problemas para la industria, que ha enfrentado dificultades en su distribución y altos costos en el transporte.
