Por Humberto Salazar
El que quiera una muestra del bajo nivel que distingue a los dirigentes de la trulla opositora, solo tiene que leer la entrevista de los que fungen como sus voceros en el periódico Diario Libre del día de ayer lunes: Antun (a) el gallero tramposo y el Gordito Genao.
Porque hay que ser muy caradura, como parece ser el caso de ambos, para plantarse como líderes y voceros de la trulla que ha formado ahora la oposición, para intentar convencer a la opinión pública, se que ellos, el gallero y el gordito, no juegan con cartas marcadas y solo para su provecho personal.
De donde le saldrán a estos dos, cuya historia de manejos extraños, alianzas oscuras, manipulación vulgar, ejercicio cuestionable de cargos públicos y todo un largo rosario de trapisondas y traiciones, dar lecciones a este país de lo que es una democracia.
Como nos encanta desenmascarar a los farsantes, estos dos son excelentes ejemplares de este tipo en la fauna política de la República Dominicana, vamos a enumerar algunas de sus mentiras, escritas en la entrevista antes mencionada.
«Este Comité Político del PLD tiene que decidir como devolverle a la República Dominicana la democracia».
¿Cómo? ¿el Comité Político?, pero es que la democracia representativa, es el sistema de gobierno mediante el cual el pueblo ejerce su soberanía a través de sus representantes, que en el caso nuestro son electos por cuatro años para constituirse en Poder Ejecutivo y Poder Legislativo.
Solo un ignorante, que no se distingue precisamente por leer textos políticos, puede sostener públicamente que el sistema político dominicano esta en una especie de colapso, solo porque su proyecto presidencial perdió las elecciones.
El denominado contrapeso en nuestro sistema de gobierno, no se produce porque los miembros del congreso y el ejecutivo tengan colores partidarios diferentes, más bien es la consecuencia de la identificación del poder legislativo en si mismo como el primer poder del Estado.
El llamado sistema de pesos y contrapesos es un concepto de teoría política inherente a los sistemas democráticos, y en el caso de la democracia presidencial, que es como esta diseñado el sistema en la Constitución dominicana, precisamente lo que plantea es la separación entre los poderes públicos.
Si al ejercicio de los contrapesos vamos, es imposible en este escenario, que alguien pueda pedir a quien encabeza el Poder Ejecutivo, en este caso el presidente Danilo Medina, a que se siente a discutir temas que son de la exclusividad del Congreso de la República.
La discusión de las leyes sustantivas y adjetivas, es una tarea exclusiva de los legisladores, y en el caso de nuestro país, donde existe un congreso bicameral, del Senado y la Cámara de Diputados, es decir, en este caso el Ejecutivo no tiene porque participar en el tema.
Pero además, lo que se pide es a un organismo de una parcela política, el Comité Político del PLD, que se ¨devuelva¨ al país al sistema democrático, como si fuera la potestad de un órgano particular, alejado de lo que son los mecanismos institucionales creados por la Constitución y las leyes, legislar y ordenar a los representantes del soberano, que es el pueblo, lo que tienen que hacer a su nombre.
Entre palabras y afirmaciones huecas y sin sentido, Antún alega lo siguiente: que «en las pasadas elecciones el sistema de partidos políticos colapsó», porque «el Congreso Nacional, la Junta Central Electoral y el Tribunal Superior Electoral están en manos de un solo partido».
Lo primero, la composición del Congreso de la República es el resultado de los votos que emitieron millones de dominicanos en las pasadas elecciones, si la mayoría de los legisladores de ambas cámaras son miembros del PLD, eso es el fruto de la voluntad de los electores, es decir del pueblo dominicano, y esto nadie lo puede cambiar hasta el año 2020.
Lo segundo, no es cierto que la composición de la Junta Central Electoral ha estado dominada por el PLD o miembros del PLD, vamos a ver el origen político de los cinco miembros del organismo electoral, situación que conocen tanto Antún como Genao: Roberto Rosario y Rosario Graciano (PLD), Cesar Feliz Feliz (PRSC), Eddy Olivares (PRD ahora PRM) y José Ángel Aquino (Sociedad Civil).
Si sabemos sumar y restar esta mas que claro que en la JCE actual, integrantes que tienen origen o han sido militantes del PLD solo son dos, y siempre dos serán menos que tres cuando de cinco se trata.
Lo tercero es que no es cierto que el Tribunal Superior Electoral este formado por una mayoría de militantes del PLD, vamos a ver: Mariano Rodriguez (sin militancia conocida), Mabel Feliz (PLD), Marino Mendoza (PRD), John Giuliani (sin militancia conocida) y José Manuel Hernández Peguero (PLD).
En este caso ocurre lo mismo, cinco miembros, de los cuales solo dos han tenido militancia política conocida en el PLD y los demás, unos sin militancia conocida y el otro proviene del PRD, entonces donde ha estado el problema es en el seno de los mismos partidos políticos que se quejan.
Es una lástima que la trulla de la oposición haya caído en tan malas manos como las de Genao, que miente descaradamente cuando dice que el famoso dialogo, al cual acudió tan presto fue convocado para tratar de la composición de la Junta Central Electoral, cuando esta mas que claro que el tema era llegar a un consenso sobre la Ley de Partidos políticos y la reforma a la Ley Electoral.
Y no precisamente bajo el argumento de que hubo un colapso del sistema de elecciones, todo lo contrario, fue la actual JCE quien primero sometió un proyecto para ser discutido por el congreso sobre el primer tema.
Es decir, este organismo, la actual JCE, constituido por los miembros a quienes los mentirosos patológicos de Antún y Genao quieren acusar de parciales, quien propuso la aprobación de una Ley de partidos políticos en la República Dominicana.
Pero más que eso, estas leyes no han sido aprobadas, las de partidos políticos y ley electoral, por la flexibilidad del PLD, que ha querido consensuar un texto, antes que usar su mayoría en ambas cámaras desde el año 2006 hasta la fecha.
Lástima que la trulla opositora haya caído en tan malas manos, pareciera que el PRM entregó su voluntad a dos personajillos de la política, que como dijo uno de ellos en la misma entrevista, debe «estar retirado», atendiendo sus negocios obtenidos al amparo de la política agregamos nosotros.
