Por Humberto Salazar
La respuesta del gobierno a la temeridad demostrada por la directiva del Colegio Medico Dominicano al convocar un nuevo paro en los hospitales públicos de la región norte del país, ha sido continuar con la ruta trazada por el presidente Danilo Medina en su discurso el pasado 16 de agosto.
No hay dudas de que esta vez la reforma profunda que necesita en sector salud desde hace años, y que está contemplada en sus leyes normativas, ha logrado la firmeza necesaria junto con una fuerte voluntad política, que augura la solución definitiva de un problema, que como la relación laboral del gobierno con sus empleados en los centros de salud, ha sido motivo de conflicto durante mas de 50 años.
No ha pasado aun una semana del nuevo gobierno del Presidente Medina, cuando ya está cerrada definitivamente la Comisión de Reforma, matriz donde se construyeron las soluciones legales para tofo el sector, y se ha puesto en las manos de los actores y ejecutores la implementación de la ruta critica de la reforma.
Ya se realizó la primera reunión que entregará en muy corto tiempo la red de centros de salud del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, cuya ineficiencia le costaba al Estado dominicano mas de 3.5 mil millones de pesos en subsidios sin retorno de servicios garantizados.
Con la realización del inventario de los bienes y edificaciones a integrar a la Red Publica Única de Servicios de Salud, se va a romper uno de los principales escollos que existía para la integración de todos los centros de salud que pertenecen al gobierno, bajo una sola autoridad que de inicio a la organización del nuevo modelo de atención a las personas en el país.
No tenemos mas que quitarnos el sombrero ante la valentía demostrada por las presentes autoridades, pues la resistencia a este cambio ha sido enorme, sobretodo desde dentro, pues los primeros que se oponían al avance del sector eran funcionarios de los distintos gobiernos del PLD, en combinación con los grupos de poder económico enquistados en la añeja estructura que daba sostén al esqueleto llamado IDSS desde hace años.
Ademas de dar salida a la estructura física, por medio de los decretos 208-16, 209-16 y 210-16; el gobierno atendió los requerimientos de miles de empleados del sector salud, tanto administrativo como asistencial, y otorgó pensiones a servidores estos servidores públicos, que era un paso necesario para entregar a la Red Única una nomina saneada para que proceda a la organización del elemento mas importante de cualquier institución, que es el personal humano.
Era necesario el inicio del desmonte de las múltiples nominas que existen en el sistema de salud, muy especialmente en los hospitales, para proceder a la identificación de los diferentes puestos de trabajo, con la asignación de funciones especificas y homogeneización de la retribución económica, bajo el concepto de igual labor igual pago para todos.
Esto no era posible, por la existencia de grandes distorsiones que se fueron construyendo a través de los años, sobretodo porque se fue muy cuidadoso en contemplar en la ley de carrera sanitaria la garantía de los derechos adquiridos, desde el punto de vista laboral, por los servidores del sector salud, lo que impedía aplicar, sin crear conflictos, una escala salarial homogénea.
Ahora la Red Única tendrá que trabajar en dos frentes: desconcentrar, que es lo mismo que dar la responsabilidad vigilada a las regiones de salud, para que en el corto plazo integren una red de atención de servicios primarios con identificación y seguimiento de los usuarios a través del sistema de historial clínico electrónico que existe desde hace varios años.
Para muchos de nosotros, que hemos estado vinculados a estos temas durante muchos años, aun nos parece increíble que el Colegio Medico Dominicano persista en una actitud a todas luces irracional e incomprensible, pues despojando este tema de cualquier tinte político partidario, nunca como ahora el sector sanitario dominicano ha tenido la oportunidad, de reconvertirse para bien de todos.
Que sea un gobierno el que asuma el lenguaje de la reforma, no es lo usual en la República Dominicana, donde hemos estado acostumbrados a los parches permanentes en uno de los sectores mas importantes de la política social y que tradicionalmente ha sido dejado de lado porque no da rédito electoral en el corto plazo.
Pero que sea un grupito de médicos sindicalizados que se opongan promoviendo huelgas es totalmente incomprensible, y la respuesta a estos de parte de los que si creemos en este proceso iniciado y seguido sin pausa debe ser decirle al Presidente Danilo Medina: no les haga caso, siga para delante presidente.
