NUEVA YORK. Un ciudadano estadounidense que presta servicio como diplomático extranjero de la República Dominicana no tiene inmunidad ante un proceso criminal derivado de un escándalo de corrupción en la Organización de las Naciones Unidas, determinó el jueves un juez.
El juez federal de distrito Vernon Broderick dijo que Francis Lorenzo puede ser procesado en el caso de sobornos que dio como resultado además el arresto de un ex presidente de la Asamblea General de la ONU y de un multimillonario empresario chino.
Lorenzo, quien se declaró inocente y está libre bajo fianza, ha sostenido que tiene derecho a inmunidad diplomática como embajador de la República Dominicana.
El juez dijo que la interpretación de la ley por parte de Lorenzo significaría que no puede ser procesado por ningún delito como un ciudadano estadounidense a pesar de que el Departamento de Estado no le ha otorgado inmunidad diplomática. Broderick señaló que la inmunidad diplomática no fue diseñada para otorgar a diplomáticos con doble nacionalidad “un pase de salida de prisión”.
El juez Broderick dijo que Lorenzo podría, no obstante, reclamar inmunidad contra proceso por actos oficiales relacionados con su cargo diplomático. Indicó que Lorenzo no está sujeto a expulsión de Estados Unidos, como lo estaría un no ciudadano estadounidense si fuera acusado de actos criminales.
“Estamos extremadamente decepcionados”, dijo el abogado defensor Brian Bieber, quien señaló que su argumento de inmunidad representó la primera vez que el juzgado de Segundo Circuito se vio confrontado con la cuestión.
Dijo que los defensores planean ahora revisar 1,3 millones de páginas de evidencia entregadas por fiscales y “seguir adelante con nuestra moción de que se deseche la acusación “bajo el fundamento de inmunidad por actos oficiales”.
Lorenzo, quien vive en el Bronx, fue suspendido de su cargo como viceembajador de la República Dominicana ante la ONU.
Lorenzo fue arrestado el año pasado tras ser acusado de haber participado en una confabulación que, según la fiscalía, involucró más de un millón de dólares en sobornos del empresario chino que fueron entregados a John Ashe, un ex diplomático de Antigua y Barbuda que ocupó el cargo mayormente ceremonial de presidente de la Asamblea General de la ONU de septiembre de 2013 a septiembre de 2014. Agencias
