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    En media hora solucionaron todo…lección aprendida peledeístas

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    Por Humberto Salazar                            [email protected]

    El Partido de la Liberación Dominicana ha sido la agrupación política que más se ha aprovechado de los cambios que produjo la ausencia, porque murieron en un período de solo cuatro años, de los líderes que sentaron las bases del sistema democrático en que vivimos los dominicanos.

    El partido morado, que había estado a las puertas del poder en las elecciones de 1990, volvió a ser una organización de tercer lugar en 1994, aunque en este último proceso electoral, por razones de salud, un grupo de los jóvenes entrenados por Juan Bosch desde el inicio del partido, heredaron la estructura de cuadros que fue el embrión del éxito electoral de nuestros días.

    ¿Cual fue y es el secreto del éxito del PLD? ¿qué es lo que diferencia este partido al Partido Revolucionario Dominicano y al Partido Reformista? pues la capacidad de construir un método de discusión abierta en su más alto nivel y un instrumento de dirección, el Comité Político, ambos colectivos, y respetados por todos sus miembros.

    Este liderazgo colectivo, ha sido personalizado en las dos figuras que llegaron a la presidencia de la República bajo la égida del PLD, Leonel Fernández primero y luego Danilo Medina, quienes han sido parte de una generación política que aprendió a discutir de frente los temas y a respetar las ideas de los demás.

    Lo que no sabemos es quien se inventó un día que estas dos personalidades, tan iguales y diferentes, no podían convivir en la misma agrupación política y que el PLD había que dividirlo entre leonelistas y danilistas, es decir, una fractura mas, parte de normalidad en la historia de los partidos políticos de la República Dominicana.

    Parcelar para si mismos en un momento tan delicado de la democracia dominicana, era el peor camino que podrían transitar los líderes del PLD, esto no lo entendieron los que no bien asumió Danilo el gobierno, salieron a hacer campañas presidenciales particulares lo que era el camino seguro a la fragmentación en grupos de la unidad del partido morado.

    Sin dudas el entorno, los decires, los chismes que como decía Juan Bosch es una de las industrias más fructíferas en nuestro país, llevaron al PLD al borde de la división y abrieron heridas que tendrán que cerrar y cicatrizar.

    En el día de ayer se dio un ejemplo claro de como la puesta de acuerdo del liderazgo colectivo del PLD, hubiera evitado muchos de los inútiles enfrentamientos que se dieron en ese partido en medio de las discusiones sobre las diferentes candidaturas a nivel local.

    Solo bastó una reunión  con la presencia del Presidente de la República y el Presidente del PLD, Danilo y Leonel, para que la cordura volviera como de milagro a las cabezas de Alexis Pérez y Bolívar Marte, quienes se disputaban, como si en ello se les fuera la vida, la candidatura a alcalde de la ciudad de La Vega.

    Pero además meses de enemistades, antagonismos, rivalidades, pugnas y desavenencias, entre Jesús Félix, René Polanco, Carlos Guzmán y William Castillo, que se disputaban la candidatura a alcalde del municipio de Santo Domingo Norte, se cambiaron por sonrisas y declaraciones de satisfacción después de la reunión que tuvieron con los líderes del partido.

    Lo único que podríamos esperar es que estos casos le hayan servido de lección a la dirigencia colectiva que decide los temas en el PLD, el camino que les queda debe ser transitado juntos, poniendo a un lado las querellas personales y haciendo uso de la racionalidad y la paciencia que es fruto de los años y la experiencia política.

    Solo en los partidos unipersonales y caudillistas, que esperamos sean parte del pasado en la política dominicana, no pueden convivir los liderazgos en una misma agrupación, el PLD, por la misma forma que se ideó, está destinado a la convivencia interna o a seguir el camino de los demás: división y destrucción.