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    Dr. Waldo Ariel Suero, por favor: “No me defiendas compadre”

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    Por: Roberto Jiménez                                 @JimenezRobjim3

    “No me defiendas compadre”. Más que una simple frase es una advertencia de desaprobación a quien de manera desautorizada se autodenomina defensor de alguien.

    La misma se hace popular a raíz del film presentado con dicho título, el 29 de octubre del 1949, protagonizado por el siempre recordado comediante y actor Germán Valdés, a quien todos conocimos como “Tin Tan”.

    La historia de la película se basa en la intención de un preso (Germán Valdés, Tin Tan) que quiere demostrar sus dotes extraordinarias como pitcher de baseball, aprovechando el momento en que él se ha convertido en la única esperanza que tiene el equipo de la penitenciaría en donde está interno para alzarse con la victoria en el torneo entre las distintas cárceles de México.  Pero, el día antes del torneo, su abogado le lleva la noticia de “haberle conseguido la libertad”, lo que no le gustó a Tin Tan y por lo que muy enojado le responde: “No me defiendas compadre”.

    Waldo Ariel y su “defensa” al pueblo

    He querido iniciar mi artículo con dicha frase, a razón de que en algunos aspectos me parecen coincidentes las palabras del Dr. Waldo A. Suero con las acciones del abogado de Tin Tan,  en el sentido de que aunque el segundo (el abogado) logró conseguir la libertad de Tin Tan, que se supone era el fin, no es menos cierto que truncó lo que se había convertido en un sueño para su cliente, quien había hecho un compromiso moral de ganar el torneo.

    Tal vez todos colegiremos que el abogado actuó correctamente al cumplir con el compromiso hecho con su cliente, pero el asunto es que “la libertad” conseguida por su defensor llega a través de un acuerdo tras cortinas con apostadores que invirtieron en el equipo contrario al que representaba Tin Tan.

    Es decir, al darle la libertad, anulaban la única esperanza que tenía el equipo de ese reclusorio. Tin Tan enterraría al equipo contrario con sus lanzamientos de curvas y rectas. He ahí la razón, que al enterarse Tin Tan de la trama, le dice a su abogado: “No me defiendas compadre”. 

    Pues pasando de la ficción a lo real, cuando el Dr. Waldo Ariel Suero hace la convocatoria a huelga, paralizando los hospitales de la capital, expresa, como elemento de sustentación que la “principal preocupación en “su lucha reivindicativa” es el mal servicio de salud en la República Dominicana.

    Esas palabras, tomadas sagazmente de una desagradable realidad en lo referente al servicio de la salud pública en nuestro país, no son más que “el enganche social” que le garantice que el pueblo apoye la convocatoria a huelga, y así evitar la desaprobación colectiva, cosa que sin lugar a dudas le condenaría al fracaso.

    Pero si miramos “el refajo”, como lo hizo Tin Tan con su abogado, podremos ver que en realidad las acciones del Dr. Waldo Ariel Suero tienen un fin marcado, que se sustenta en dos vertientes: El factor dinero y el factor político.

    Factor dinero

    No nos llamemos a engaño, que cuando se propuso al doctor Suero para que ocupara de nuevo la presidencia del Colegio Médico Dominicano (CMD), gremio que aglutina y defiende a todos los médicos en el país, se hizo con el propósito de que presionara al gobierno a elevar los salarios de los galenos, a través del único método que sabemos es utilizado por dicho personaje, las huelgas.

    No excluyo a ningún médico de elegir al Dr. Waldo Ariel Suero, ya que el porcentaje que sacó en las elecciones, plantea el interés de una gran mayoría de que él asumiera el control de su representación.

    O sea, todos (en el fondo) pensaron la importancia de tener a un representante que pensara más en el dinero, en los beneficios para los médicos, que en la parte humana. Por eso, asumo yo, casi todos los médicos están de acuerdo con sus acciones, sin importarle, en cierto modo, el método que tenga que utilizar para conseguir su fin. En síntesis, es un asunto de “cuartos” más que de servicios, por lo que no es verdad que se trata de reclamar mejor sistema de salud para el pueblo, como se nos ha querido vender.

    Factor político

    Ante lo sensible que es el tema de salud, ya que se trata de vida, los políticos siempre lo tienen en su carpeta de propuestas y de críticas; sobre todo si se está en un escenario de campaña por la Presidencia de la República.

    Si bien es cierto que el tema del servicio de salud pública es parte de las deuda social acumulada, no es menos cierto de que ha sido manipulado de forma demagógica y hasta vulgar por todos los partidos que están o han estado en la oposición.

    Por eso, el personaje que protagoniza el presente artículo ha sido muy útil para poner en evidencias esas debilidades de los gobiernos, tanto para los partidos que están fuera del poder, así como para los que ahora están. Es decir, el Dr. Waldo Ariel Suero juega un papel preponderante para la oposición, que procura debilitar los niveles de popularidad de quien esté gobernando, sobre todo si el mismo opta por un segundo mandato al pretender reelegirse.

    O sea, que tampoco es verdad que a esos políticos opositores les interese que los servicios de salud pública mejoren; al contrario, si se empeorasen tendrían un argumento más cómodo para el “carroñaje político”.

    Por lo que también hacen una alianza estratégica (expresa o no) de ataques fácticos en contra del gobierno de turno.  ¡A ellos tampoco les interesa la parte humana!

    “No me defiendas compadre”

    Pues como podemos observar, si analizamos los dos escenarios que he planteado, el asunto no es en realidad que haya una mejor inversión en el sector salud, sino que, a través de las huelgas y paralización de los servicios médicos en el sector público, se genere una convulsión social, que genere un escenario de disturbios, caos y desobediencia cívica, que culmine con un “saldo rojo”.

    Esto, aunque parezca extrema mi apreciación, arrodillaría al gobierno, cediendo por consecuencia a una pandereta chantajista.

    Es verdad que es justo que se mejore el sistema de salud en República Dominicana, que haya mejor servicio de emergencia, que los hospitales estén bien equipados y abastecidos de medicamentos, que los niveles de la mortalidad materna e infantil sea nula, que el personal de salud gane un salario más justo; en fin que haya más niveles de inversión en el sector salud. Pero no es verdad que paralizando  los servicios médicos a los desarrapados sea de justicia.

    El Dr. Waldo Ariel Suero, en aceptación y complicidad con  los sectores antes descritos, inicia sus andanzas haciendo un llamado a huelgas “escalonadas”, luego hace una convocatoria sectorizada, es decir por regiones, después convoca a un paro general por 24 horas. Y ahora, sin importar los temas de posibles brotes epidémicos del agresivo virus del zika, está llamando a paralizar a todos los hospitales públicos del país por 48 horas.

    Diciéndolo en blanco y negro: el presidente del CMD, está haciéndole un llamado a todos los médicos del país que se abstengan a darle asistencia de salud a los humildes ciudadanos que no tienen la posibilidad de pagar un hospital privado; ¡Epa!

    Y así se autodenomina defensor de todos nosotros los ciudadanos en materia de salud. ¡Vaya!

    Esa actitud me hace, necesariamente, enviarle a Waldo Ariel Suero un mensaje, el mismo que le dijera Tin Tan a su abogado… “NO ME DEFIENDAS COMPADRE”.

    ¡Hasta la próxima!