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    Luis Abinader atrapado entre LA «R» y la «T»

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    Humberto Salazar                               [email protected]

    En qué problema se ha metido Luis Abinader por estar confundiendo letras de un alfabeto, que como el castellano, solo tiene 27 letras pero su combinación es a veces tan complicada que hasta un economista y candidato a la presidencia de un país como la República Dominicana fácilmente puede incurrir en un error.

    Porque esto es lo que le ocurrió a Luis Abinader Corona, cuando confundió la «R» que se una en la palabra ¨exploración¨ con la «T» que le corresponde a ¨explotación¨ y esto lo ha llevado a dar una metida de pata histórica, pero además a probablemente confesar el uso para beneficio de el y de su familia de los terrenos de un parque nacional.

    Se pueden contar con los dedos de una mano, los empresarios que han sido exitosos en la política del país, y sobran los dedos cuando nos piden que señalemos por sus nombres a los han llegado a la presidencia de la República, y con el caso de la fábrica de cemento Santo Domingo, propiedad de la familia del candidato del Partido Revolucionario Moderno, podemos poner un excelente ejemplo de los porqués.

    La Biblia dice: «porque allí donde este vuestro tesoro, también estará tu corazón», es decir, si el alma y el conocimiento del empresario se encuentra en el bien personal y de su familia, entonces será imposible que tenga el corazón dividido y se plantee luchar por el bien colectivo, que es el fin último de la actividad política.

    Es por esto que las cuentas empresariales se enseñan en las escuelas de negocios, que es lo mismo que mostrar el camino de la multiplicación de la riqueza personal; mientras las ciencias políticas se aprenden en las academias de ciencias sociales, simplemente porque el fin de estas últimas es el bien de la sociedad.

    Cuando la familia Abinader Corona, representada por un hermano del candidato del PRM, y posteriormente el mismo candidato Luis Abinader, denomina un abuso de poder y un destello de autoritarismo la prohibición de la explotación de terrenos de piedra caliza donde tienen instalada una fábrica de cemento, lo que dejan en claro es que han venido violando la ley porque por más de 15 años lo que tienen es un permiso de exploración, que es una palabra muy diferente .

    «Exploración», según el diccionario de la lengua española, es la acción de examinar, averiguar, reconocer o registrar con diligencia alguna cosa; mientras que «explotación» es el resultado de explotar, que tiene que ver con sacar provecho, apropiarse de las ganancias o beneficios de un sector industrial o una actividad comercial.

    Solo una letra diferencia las dos palabras, tan parecidas que parece confundieron al candidato del PRM, porque una cosa es que se le haya otorgado un permiso de exploración, el cual evidentemente posee su empresa, y otro un permiso de explotación que no tiene, y porque no lo tiene lo solicitaron y por ser estos terrenos que forman parte del Parque Nacional Francisco Caamaño se lo negaron.

    Lo que si no está en ese alfabeto es la letra ¨P¨ de política, porque no tiene nada que ver la negativa a dar un permiso que podría llevar a la justicia ordinaria al Ministro de Energía y Minas, con elecciones, candidaturas o temas políticos.

    En este caso Luis Abinader Corona actuó con su hemisferio cerebral empresarial, se le olvidó que es candidato a la presidencia de un partido, y solo pensó en el fondo de sus bolsillos.

    Es por esto que se confunde, y comete un error imperdonable,  que retrata de cuerpo entero lo que ocurriría si se cae una viga y llega al Palacio Nacional; trabajaría para sus intereses personales y familiares, antes que para todos los dominicanos, aunque se violen la constitución y las leyes.

    Ese es el problema de los que piensan mucho con números, como le ocurre a los economistas tipo Luis Abinader, en general son muy malos políticos, porque no son estos los que definen el perfil de un candidato.

    Es que se les olvida que en el caso se la política, lo importante son las palabras, ya que representan  la expresión verbal de nuestros pensamientos, y estos se componen de letras, que a veces son tan traicioneras que, como es el caso, nos pueden llevar a comenzar a cavar nuestro destino en esta ciencia social.

    Como dice una canción de Joaquín Sabina: ¨la muerte solo es la suerte, con una letra cambiada¨, eso mismo le pasó al candidato del PRM, una sola letra y se le descubrieron las intenciones.