El Primer Tribunal colegiado del Distrito Nacional de República Dominicana condenó a 20 años a prisión a cuatro pilotos franceses detenidos en marzo de 2013 por por transportar un cargamento de 700 kilos de cocaína, valorado en unos 1,500 millones de pesos.
El tribunal declaró culpables de asociación para cometer un crimen de narcotráfico internacional a los pilotos Pascal Jean Fauret y Bruno Odos, así como al asistente de vuelo Alain Castany y al pasajero Nicolás Pisapia, informó la Procuraduría General dominicana.
Todos ellos fueron detenidos en el aeropuerto de Punta Cana (al Este del país) cuando se disponían a despegar a bordo de un avión Falcon 50, con rumbo a Saint Tropez, Francia, después de que agentes antidroga que inspeccionaran el aparato y encontraran la cocaína oculta en 26 maletas.
También los dominicanos Bolívar Antonio Mercado, Carlos Espinal y Luis Daniel Pérez Martínez cumplirán diez, ocho y cinco años de prisión respectivamente, mientras que a Anthony Santana se le impuso una condena de dos años y medio.
Pérez Martínez, que se declaró culpable en la audiencia, relató cómo en el momento de cargar el avión, una de las maletas se rompió, la droga salió rodando por el suelo, y los pilotos la recogieron y la volvieron a colocar dentro de la maleta.
La abogada defensora de los ciudadanos franceses condenados, María Elena Gratereaux, anunció su intención de apelar la decisión del tribunal, que estuvo doce horas deliberando hasta emitir el veredicto.
Las autoridades han calificado la sentencia como la primera condena contundente que obtiene la República Dominicana contra los cárteles de drogas internacionales europeos, y uno de los mayores golpes en torno a la incautación, tanto de la droga como del avión.
La droga fue valorada en los 1,500 millones de pesos, equivalentes a 30 millones de euros, tomando en cuenta que el kilo de cocaína colocado en Europa se cotiza a entre 40,000 y 45,000 euros.
Según el expediente, el avión Falcon 50, incautado junto con la droga, es uno de los aparatos de aviación ejecutiva más usado para transporte presidencial, un modelo ultra lujoso de tres turbinas, con capacidad militar y transatlántica, con autonomía para recorrer más de 4,000 millas sin escala, y valorado entre 19 y 20 millones de euros, que corresponden a mil millones de pesos.
La condena de 20 años está sustentada en pruebas legales basadas en testigos bajo reserva o agentes infiltrados que, en sus testimonios ante el tribunal, explicaron la forma en que los implicaos lograron coordinar todo y cargar el avión con las 26 maletas.
El procurador fiscal Milciades Guzmán Leonardo, que llevó a cabo el proceso, destacó que, de producirse una apelación, como anunció la abogada defensora, las autoridades «llevará el caso hasta las últimas consecuencias, a pesar de las presiones sufridas a lo largo del proceso por parte de infiltrados de los cárteles de drogas internacionales».
Según las autoridades, antes de que se efectuara la detención en 2013, los pilotos y el pasajero condenados hicieron otro vuelo que partió de Puerto Plata, al Norte del país, entre el 5 y el 9 de diciembre del 2012, y realizaron un vuelo clandestino con ruta desconocida.
Investigaciones posteriores determinaron que aterrizaron en un aeropuerto de Francia con unas 10 maletas cargadas, caso que se investiga en ese país y por el cual hay otras personas detenidas.
Uno de los testigos en el caso de Punta Cana narró que, tras realizar esa operación desde Puerto Plata, la situación se puso «caliente», y se produjeron fuertes discusiones entre los colaboradores dominicanos, lo que les llevó a establecer contactos en Punta Cana para coordinar la transacción en la fueron detenidos los condenados, el 19 de marzo del 2013.
Este caso del 19 de marzo del 2013, desveló cuatro transacciones de narcotráfico, en que tres no fue posible obtener incautaciones ni pruebas que pudieran sustentarse, por lo que fueron desestimadas dichas operaciones, validando únicamente la de Punta Canta. Agencias
