El mejor regalo que el presidente Danilo Medina debe dar al país este año 2014 es refundar la Policía.
Estamos de nuevo en campaña electoral y Medina no ha cumplido una de sus promesas fundamentales, la seguridad ciudadana.
No dudamos de sus buenas intenciones. Sabemos que es una tarea muy difícil: Medina tropezará con muchos obstáculos.
Decía el héroe de la Guerra Restauradora, Gregorio Luperón: «¡El remedio es malo, pero necesario!». ¡Manos a la obra, señor Presidente! Cásese con la gloria.
No basta con cambiar los jefes de policía cuando se «calientan» por violaciones a los derechos humanos o incurren en acciones escandalosas.
Estos no son el problema, son parte del problema en una estructura donde todo el mundo «se la va a buscar». Lo que menos importa es el servicio a los ciudadanos.
Está más que demostrado que aquí nadie está seguro: ni ricos, pobres, policías, empresarios, ateos, religiosos…
Recuerden que cobardemente un delincuente asaltó, mató una escolta de una hija del Presidente.
El problema empeora y la Policía no está en capacidad de encarar la delincuencia, que muchas veces se cobija bajo la propia uniformada.
Ha sido necesario que las Fuerzas Armadas se encargue de la seguridad ciudadana. ¿Hasta cuándo seguirán los militares en esa función?
Se da el caso de que son delincuentes persiguiendo delincuentes. No es que todos los policías sean maleantes, mas un elevado número de hechos delictivos son cometidos por policías, reciben protección de los agentes o guardan alguna relación con estos.
La pobre inversión
Lo peor es que solo nos concentramos en criticar la corrupción y nadie ve que nuestros gobiernos invierten muy poco en seguridad ciudadana.
Es necesario que el gobierno entienda que la inversión en seguridad es tan vital como educación y salud. Un pueblo no puede vivir sin el sosiego de la seguridad.
En toda América, detrás de Nicaragua, el policía raso más mal pagado es el de República Dominicana, que recibe 6,000 pesos al mes.
¿Cómo puede un policía vivir con ese salario, educar a sus hijos, pagar servicios de salud, educación, agua, luz…?
La mejor receta para frenar la corrupción es creando una nueva Policía, mejorando la condición de vida de los agentes, estos dan a la sociedad lo que recibe de ella.
Señor Presidente, señores del Gobierno: Si nuestros agentes son mal pagados, utilizarán su autoridad para conseguir dinero, no importa cómo y con quién, aún siendo peones del narco.
