PINEHURST, Carolina del Norte (AP) — Tiger Woods comenzó el jueves el Abierto de Estados Unidos con un birdie, colocándolo en números rojos y en la cima de la clasificación , y retrocediendo el reloj 25 años hasta cuando un fenómeno aún en ascenso jugó por primera vez el campeonato nacional. en Pinehurst número 2.
Los siguientes 17 hoyos contrastaron al jugador que fue con el jugador que es ahora.
Woods condujo la pelota excepcionalmente bien, recorriendo calles estrechas flanqueadas a cada lado por pastos nativos, y realizó un par de putts largos para salvar pares. Pero también realizó demasiados golpes de hierro descarriados en un campo que exige precisión, y su hábil toque alrededor de los greens lo abandonó más de una vez en el camino a un 4 sobre 74 en la primera ronda.
Fue su duodécima ronda consecutiva sin superar el par en un major, una de ellas descarrilada por cinco bogeys en un tramo de siete hoyos.
“Fui algo conservador en algunos de mis puntos finales. Por otra parte, tampoco le pegué muy bien a la bola”, explicó Woods, quien encontró 12 de 14 calles en el tiempo reglamentario pero sólo acertó en la mitad de los greens. «No es donde quería estar en muchos hoyos».
Para ser justos, el famoso diseño de Donald Ross a veces puede resultar casi injusto.
Woods realizó varios tiros que habrían producido buenas posibilidades de birdie en cualquier otro lugar, pero en lugar de eso salieron de los greens con contornos salvajes y se detuvieron en áreas de recolección. Ese fue el caso en el noveno par 3, su último hoyo del día, cuando su aproximación parecía estar tan segura que levantó su tee y comenzó a dirigirse hacia el green.
Fue entonces cuando un gemido comenzó a surgir de la multitud. Woods miró hacia arriba y vio que su bola comenzaba a gotear, ganar velocidad y detenerse a 30 yardas de la calle. Su oportunidad de birdie se había convertido en una irritante salvada de pitch and putt para terminar la ronda.
«Es difícil acercar el balón», dijo Woods. “En la mayoría de los campos de golf en los que juegas, realizas tiros en el lugar donde se alimenta de las pendientes hacia las banderas, donde se acumula. Aquí todo es repugnante. Simplemente es difícil colocar la pelota encima de los estantes.
«Sabes que si lo pierdes en el lado corto, es un auto fantasma o algo más».
Woods al menos evitó los grandes números el jueves, y aunque su ronda fácilmente podría haber sido igual o mejor, al menos mantuvo al tres veces campeón del US Open en la pelea para pasar el corte. Solo eso fue una mejora con respecto a su última participación en el Campeonato de la PGA en Valhalla, donde dos triples bogeys durante un 77 en la segunda ronda le impidieron jugar el fin de semana.
Más buenas noticias: el cuerpo maltratado que tantas veces ha traicionado a Woods en los últimos años parecía estar a la altura de la tarea.
Woods, que se perdió el último US Open en Pinehurst en 2014 mientras se recuperaba de la primera de cuatro cirugías de espalda, rara vez hizo una mueca en su marcha matutina. El diseño relativamente plano, al menos en comparación con lugares como Augusta National, ayudó a su causa, al igual que el clima, que era cálido y húmedo e impedía que las doloridas articulaciones se bloquearan.
También se benefició de una salida temprana, lo que le dio casi 24 horas exactas para recuperarse para la ronda del viernes.
“Espero no sentirme demasiado tenso en el viaje de regreso. Puedo tensarme con el aire acondicionado”, dijo Woods, quien de hecho fue directamente al campo de prácticas después de su ronda y comenzó a trabajar con esos hierros inconsistentes.
Debería haber sospechado que podrían ser un problema.
“A principios de semana estaba bastante unidimensional, lo cual es interesante. Estaba sacando mucho la pelota. Ahora estoy cortando mucho la pelota”, dijo Woods, antes de mostrar una sonrisa irónica. «Bienvenido al golf».
Bienvenidos a la inconsistencia. Y eso puede ser producto de la infrecuencia.
Woods no había jugado una ronda del US Open desde Winged Foot en 2020, gracias principalmente a todas esas lesiones: cinco cirugías de espalda, cuatro cirugías de rodilla y el procedimiento para reconstruir una pierna derecha y un tobillo destrozados por su accidente automovilístico de 2021.
“Estoy mejorando físicamente a medida que avanza el año. Simplemente no he podido jugar tanto porque no quiero lastimarme antes, entonces no podré jugar en los campeonatos importantes”, dijo Woods. “Es elegir tu veneno, ¿verdad? Juega mucho con el potencial de no jugar, o no jugar y pelear no siendo tan agudo”.
Woods admitió que espera que su cuerpo le permita empezar a jugar más a menudo.
Jugar este fin de semana sería un buen comienzo.
