La situación en Yemen es crítica. El país más pobre del mundo árabe lleva dos años inmerso en una guerra que le ha llevado al borde del colapso. Según datos de Oxfam Intermón, casi el 60% de la población, lo que equivale a 17 millones de personas, está pasando hambre.
Esta ONG destaca que casi 19 millones de personas necesitan ayuda humanitaria. Además, debido a la guerra, las infraestructuras han sido destruidas, los precios de los alimentos continúan subiendo y tanto la asistencia sanitaria como el abastecimiento de agua potable se han visto gravemente afectados.
El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingesta de agua o alimentos contaminados con la bacteria Vibrio cholerae.
Todo ello ha contribuido a desencadenar la tremenda epidemia de cólera que vive el país. El primer brote de la enfermedad se detectó el pasado 27 de abril y, hasta la fecha, el cólera ha dejado 1.500 muertos en Yemen, según las cifras facilitadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Nevio Zagaria, representante de esta entidad en Yemen, calificó la situación de “muy grave” durante una rueda de prensa en la que informó de que la epidemia de cólera se ha propagado por 21 de las 23 provincias yemeníes y la enfermedad continúa expandiéndose.
El cólera es una infección intestinal aguda causada por la ingesta de agua o alimentos contaminados con la bacteria Vibrio cholerae. “Tiene un periodo de incubación corto, de entre menos de un día y cinco días”, señala la OMS.
Asimismo, explica que la bacteria produce una enterotoxina que causa una diarrea copiosa, indolora y acuosa que puede conducir con rapidez a una deshidratación grave e incluso a la muerte si no se trata inmediatamente. Además, muchos pacientes sufren también vómitos.
No obstante, la OMS aclara que la mayoría de las personas infectadas por Vibrio cholerae no presentan síntomas aunque la bacteria esté presente en sus heces entre uno y diez días después de la infección, lo que implica un importante riesgo de transmisión de la enfermedad.
Esto ocurre porque cuando se carece de instalaciones de saneamiento, como una adecuada red de alcantarillado, las bacterias eliminadas en las heces pueden entrar en contacto con otras personas que, a su vez, pueden enfermar de cólera.
Los casos más graves
Según indica la OMS, entre quienes sí presentan síntomas de la enfermedad, en el 80% de los casos estos son de leves a moderados. Mientras, el 20% restante padece diarrea acuosa aguda con deshidratación grave que, en ausencia de tratamiento, puede causar la muerte en cuestión de horas.
Sin embargo, “el cólera es una enfermedad que se trata fácilmente”, asegura la OMS. En este sentido, destaca que la mayoría de los casos se pueden tratar de manera satisfactoria mediante la pronta administración de sales de rehidratación oral.
“El sobrecito estándar de sales de rehidratación oral de la OMS y UNICEF se disuelve en un litro de agua salubre. Los pacientes adultos pueden necesitar hasta seis litros para tratar una deshidratación moderada en el primer día”, precisa.
Por su parte, los enfermos con deshidratación grave requieren una rápida administración de líquidos intravenosos. “Un adulto de 70 kg. necesitará al menos siete litros de líquidos intravenosos, además de sales de rehidratación oral durante el tratamiento”, apunta la OMS.
Asimismo, subraya que los pacientes también deben recibir antibióticos apropiados para acortar la duración de la diarrea, reducir el volumen de líquidos de rehidratación necesarios y disminuir la magnitud y duración de la excreción fecal de la bacteria Vibrio cholerae. “Con un tratamiento rápido y apropiado, la tasa de letalidad debería ser inferior al 1%”, manifiesta la OMS.
Esta entidad sostiene que durante los brotes de cólera se deben organizar campañas de concienciación para informar a la población de los síntomas de la enfermedad, de las precauciones necesarias para evitarla, de cómo y cuándo notificar los casos, de cómo buscar tratamiento en cuanto aparezcan los síntomas y de dónde se encuentran los centros aptos para tratar los casos.
Por último, señala que la solución a largo plazo para la lucha contra el cólera se basa en el desarrollo económico y en el acceso universal a agua potable y a un saneamiento adecuado, algo que también ayuda a combatir todas las enfermedades que se propagan por vía fecal-oral. Agencias
