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    Venezuela se muere entre consignas y marchas

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    Por Humberto Salazar

    La publicación por parte del Ministerio de Salud de Venezuela de un boletín epidemiológico que contiene los datos consolidados de los indicadores de salud de ese país de los últimos tres meses, son una muestra evidente de cómo afecta al pueblo llano la grave crisis que ha llevado a ese país al caos que vemos cada día en la prensa internacional.

    Un boletín epidemiológico en materia de salud, es la publicación de la situación o tendencia de las principales enfermedades de notificación obligatoria, la aparición de brotes de enfermedades infecciosas y sobretodo indicadores que afectan a grupos como mujeres y niños.

    La norma que se sigue en la República Dominicana y el resto del mundo organizado y civilizado, es publicar estos datos cada semana para uso del personal de salud y para el público interesado en estos temas, es decir, hacer transparentes los datos ayuda advierte sobre aumento o disminución de la calidad en la atención en salud.

    Pues en Venezuela, del señor Hugo Chávez se le ocurrió, como pasa en la mayoría de los países totalitarios, que esta información podría usarse como propaganda política en contra de sus gobiernos, y prohibió la publicación de los boletines epidemiológicos, los cuales se convirtieron en intermitentes, tanto que el publicado esta semana es el primero conocido en mas de dos años.

    El régimen chavista justificó la no entrega de los datos, además de las razones de propaganda política antirevolucionaria, en que para que iban a publicar o dar a conocer esas estadísticas si al final el pueblo no entendía nada de eso, que los datos oficiales los entregarían en una rueda de prensa semana que daría el ministro de salud, la cual por supuesto nunca se realizó.

    El levantamiento del veto a la información de salud demuestra que ese país se encuentra en una verdadera emergencia humanitaria, la cual es negada por el régimen, cuyo impacto ha sido de una magnitud tal que afecta a todos los segmentos de la población, especialmente a los mas vulnerables.

    Las cifras son aplastantes, en comparación con lo último que se sabía, la mortalidad materna aumentó sobre el 60%, la mortalidad infantil sobre el 30%, dos indicadores fundamentales, como son estos, para medir la calidad en la atención individual de salud demuestran que existe una grave crisis en el sistema asistencial de ese país.

    En cuanto a las enfermedades infecto contagiosas, el panorama es desolador; aumento al doble de los casos de paludismo, el cual había sido erradicado en la década de los 40, reaparición de la difteria con 324 casos reportados cuando ya había prácticamente desaparecido, un aumento de casos de zika, tuberculosis, hepatitis A y otras enfermedades transmisibles completan el cuadro catastrófico de ese país en materia de salud.

    Esto revela una crisis de salud y humanitaria que necesita una respuesta urgente para evitar la propagación de la mayoría de estas enfermedades, las cuales son controlables con medidas por parte del personal sanitario, aplicación de vacunas en algunos casos y educación de la población para evitar su expansión en los demás casos.

    Mientras esto sucede, el régimen se aferra al poder con uñas y dientes, el señor presidente Nicolás Maduro habla de salsa, baila en público y tiene un kilométrico programa con este tipo de música que se transmite desde el mismo Palacio de Miraflores, sede del ejecutivo, y el jefe del Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello amenaza a todo el mundo con meterlo a la cárcel si se atreven a protestar.

    Nada mejor que estas cifras sanitarias para llorar o reírse ante la propuesta de Maduro y los chavistas de realizar una asamblea constituyente en la cual nadie cree y nadie quiere, quizás por eso este presidente que una vez confesó que le gustaba hablar con pajaritos usando el pitido de las aves ha tenido que ir a explicarle en una conversación a las vacas lo que no pueden entender los seres humanos.

    Ante la derrota electoral de finales del año 2015, el chavismo en el poder reaccionó como lo hacen todos los dictadores en el mundo, si por alguna razón llegaron al poder a través de los votos y estos les son negados por una población harta de ellos, que es el caso de Venezuela cuya última elección perdió en forma aplastante el partido gobernante, entonces buscan formas muy creativas par quedarse dirigiendo el estado.

    Hasta ahora, el régimen chavista escondía sus verdaderas intenciones detrás de las instituciones de la democracia liberal; incluidas elecciones, partidos políticos, parlamento con alguna disensión, etc., solo que al cambiar la voluntad popular y estar ahora en contra de los que gobiernan, como todos los populistas desnudan su visión corporativista de la sociedad y su no creencia en los valores de la democracia.

    Para la democracia el valor del voto es sagrado, a cada ciudadano le corresponde un voto y se expresa en elecciones libres donde cada uno, sin distinción de raza, credo religioso, ideología, poder económico o profesión u oficio, tiene la misma oportunidad de expresarse y de hacer uso de sus derechos políticos con su participación en unas elecciones.

    Ahora el invento del gobierno de Venezuela, consiste en cambiar las reglas de la democracia y construir un régimen totalitario, copiando el modelo de la Cuba castrista, donde los ciudadanos tengan que integrarse corporativamente, es decir a un cuerpo dejando de lado su individualidad, ya sea de obreros, profesionales o territoriales donde garantizarían su permanencia en el poder.

    Es decir, los trabajadores eligen a trabajadores, los médicos eligen médicos, los profesionales eligen personas de su misma rama del saber y si usted no se ubica en ninguno de estos grupos pues solo tendría poder para elegir a representantes del lugar donde vive, claro siempre cuidando de que los grupos organizados donde todavía tienen algún poder el chavismo queden en mayoría.

    Esta es la forma en que esta organizada la dictadura de los Castro en Cuba, las llamadas organizaciones de masa son las que envían sus representantes a los organismos del régimen tiránico que cumplió ya 57 años, los militares, profesionales, amas de casa y hasta los órganos territoriales llamados comités de defensa de la revolución son los que envían representantes para decidir a nombre de un llamado pueblo que hace décadas no tiene derecho al voto que consagra la democracia: un ciudadano un voto.

    Estas son algunas de las razones por las que es imposible para la oposición aceptar el engaño de los chavistas con su llamado a una dialogo imposible en estos momentos, donde se convoca a una asamblea constituyente que terminaría en la construcción de un sistema de partido único, el mismo que a nombre del tan manoseado «pueblo» ha subyugado a todos los que han tenido la desgracia de caer en manos de estos salvadores de la patria con mentalidad totalitaria.

    Ojalá se encuentre pronto una solución al callejón donde se ha metido Venezuela, porque sus habitantes se mueren de hambre y enfermedades, y por eso está en las calles reclamando los derechos que se le niegan de parte de un gobierno cuyos integrantes se burlan de la suerte de la mayoría de ese pueblo.

    Mientras muchos teorizan y dilectan a nombre de una supuesta ideología que no practican en sus naciones, la crisis venezolana de profundiza cada día en nuestra narices como si ya no le importara a nadie.