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    Muchos presos en Brasil y millones de nuevos pobres ¿y ahora qué?

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    Humberto Salazar
    Humberto Salazar

    Por Humberto Salazar

    Lo que ha ocurrido en Brasil a partir del cuestionamiento a través de «Lava Jato» de toda la clase política y empresarial del gigante de Sudamérica es un tema que debe llamar a la reflexión al resto de los países que se han visto salpicados de un modo u otro por las llamadas delaciones premiadas de los actores principales en ese país.

    «Quien vuela más alto, mira más lejos» dice un refrán de hace muchos años, y lo cierto es que volando alto, que es lo mismo que decir en perspectiva, es la hora de analizar, tomando como ejemplo Brasil, sobre las consecuencias económicas y sociales que recaerán sobre ese país, que es lo mismo que decir los brasileños, al ser desmantelado casi todo el tejido productivo que sostenía la que hasta hace muy poco tiempo era la mas pujante economía de América latina y ejemplo a seguir por el resto los países ubicados al sur del río Bravo.

    ¨Lava Jato¨ quiere decir en el más puro español «Lava Carros» e identifica a un grupo de blanqueadores de dinero que usaban una red de lavados de automóviles para ingresar al sistema bancario regular, que es lo mismo que lavar, a una gran cantidad de dinero en efectivo que se entregaba como sobornos por parte de varias compañías constructoras de proyectos para Petrobras, la petrolera más grande de Brasil.

    El dueño de una casa de cambio llamado Alberto Youssef, era uno más de los intermediarios que usaba la red para, al mas puro estilo estadounidense, manejar grandes cantidades de dólares en efectivo y hacerlos ingresar el sistema bancario regular, de modo que pudiera ser usado por los beneficiarios de los sobornos, siendo un de ellos Paulo Roberto Costa, que como director de Petrobras y receptor de dinero, es la punta que desata el bollo de hilo.

    Antes de continuar debemos aclarar que el termino ¨lavado¨ se inventó en los Estados Unidos, y surge cuando el famoso gangster Al Capone de las ingenió para instalar una red de lavanderías en Chicago, para haciendo pasar como ganancias en este negocio, muy poco regulado, el dinero que obtenía por sus actividades delictivas, lo podía invertir en negocios legales y de este modo lo ¨sucio¨ era ¨blanqueado o limpiado¨.

    Todo el escándalo desatado en el estado de Paraná y mas propiamente en las oficinas del Juez Sergio Moro en la ciudad de Curitiba, han llevado a la cárcel a políticos de todo color y hasta provocó la salida del poder de la presidenta Dilma Rousseff, contra quien nadie pudo levantar una sola acusación de corrupción en lo personal.

    Son cientos los políticos que están hoy cumpliendo condena, otros muchos están bajo amenaza o en medio de acusaciones, entre estos Jose Dirceu (ex jefe de gabinete de Lula); Eduardo Cunha (ex-presidente de la cámara de diputados); Marcelo Odebrecht (ex-presidente de la empresa que lleva su nombre) o Eike Batista (cuya riqueza se calculaba en 30 mil millones de dólares); estos últimos son empresarios.

    Sin embargo, a lo que quisiéramos llamar la atención, en medio de todo este circo de delaciones premiadas y acusaciones entre empresarios y políticos, a los que habrá que sumar lo que ocurrirá el próximo mes de junio cuando se den a conocer las llamadas confesiones del ¨fin del mundo¨, es a un informe del Banco Mundial sobre las consecuencias económicas sobre los mas pobres que tendrá todo lo que se ha desatado sobre Brasil a partir del año 2013.

    En una serie de precisiones sobre los noveles de pobreza de Brasil publicado el pasado mes de febrero, el BM advierte de que podrían ingresar a niveles de ingresos por debajo de la linea de pobreza, la friolera de 3.5 millones de brasileños durante este año, donde se plantea una tasa de crecimiento económico negativo del 3.5%.

    Es decir, mientras los brasileños se entretienen con el juego de quien caerá o no en la cárcel por el tema de Lava Jato, que para nada estamos en contra de que la justicia actúe en estos casos, millones de familias que habían sido favorecidas por las políticas expansivas desarrolladas durante épocas de estabilidad política y económica, ahora, en medio del ruido que trae consigo la inestabilidad apenas les alcanza para comer.

    Plantea en BM en su informe, que Brasil pudo sacar de la pobreza a 28 millones de personas entre los años 2004 al 2014 y de estos, si no se aumentan los recursos para los programas de combate a la pobreza a través de subsidios centrados en los grupos mas vulnerables de la sociedad, 4.8 millones serán pobres nuevamente, tomando el indicador de ingreso como referencia, a finales de este año 2017.

    Un retroceso enorme, para un país que se ufanaba de ser la octava encomia del mundo, poseer la mayor cantidad de nuevos millonarios del globo, poder organizar los dos espectáculos deportivos mas importantes del mundo en un lapso de solo dos años y de ser parte de los países en desarrollo que mas rápido avanzaba hacia niveles del primer mundo, por algo pertenecía a los famosos BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).

    Hablamos que el jueguito de destrucción de la clase política y empresarial, azuzada por parte de sus competidores en el mercado global por supuesto, está devolviendo a Brasil a mas de una década de atraso en su desarrollo y a millones de brasileños a ser de nuevo pobres, en un mundo donde los latinoamericanos estamos viviendo una época de gran complejidad, cuando se producen grandes cambios en los poderes hasta ahora hegemónicos a nivel mundial.

    Si algo debe cuidar un país, y para eso sirva de ejemplo el todopoderoso Estados Unidos con la crisis bancaria del año 2007-2008, es la estabilidad política, económica y social, como forma de proteger a los mas débiles, quienes son los que pagan los platos rotos cuando se presentan crisis que disminuyen el nivel de vida de la población.

    Todavía estamos esperando los apresamientos y acusaciones de la quiebra de Lehman Brothers, Fannie and Mae, Bearn and Stearns y hasta los fraudes de las calificadoras de riesgo Moodys y Standard and Poors, que permitieron crear la burbuja inmobiliaria y una crisis bancaria cuyas repercusiones todavía sufre el mundo, nunca se produjeron las persecuciones individuales porque se prefirió salvar el sistema que el apresamiento y hundimiento de todo a nivel individual.

    En Brasil hay que buscar más dinero para Bolsa Familia, el programa equivalente a Comer es Primero, luego Solidaridad y ahora Progresando con Solidaridad en la República Dominicana, porque la crisis devuelve rápidamente a los que eran ya clase media hacia los mismos niveles de pobreza de donde vienen, con una diferencia como lo describe el BM en su informe, ahora estos son denominados ¨nuevos pobres¨ porque su perfil es de personas mas jóvenes, más educadas, mejor preparadas académicamente, solo que por la recesión no tienen posibilidades de acceder al empleo, ojalá nos sirva de algo el ejemplo.