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    Manual de Chávez y Maduro sobre como quebrar a un país rico

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    Por Humberto Salazar                           [email protected]

    Hace unos días conversaba con una persona que había visitado recientemente Venezuela y por curiosidad pregunté si lo que se muestra en la prensa internacional es tan grave como lo que se vive día a día en ese país, que en realidad fue hasta hace pocos años una de las economías más importantes de América Latina.

    Claro lo narrado fue la descripción de una economía empobrecida, de una población desesperada, de un país técnicamente quebrado y sin posibilidad de proveer a sus habitantes de los bienes básicos de consumo que debe tener una familia cada día para por lo menos sobrevivir.

    Además de esto Venezuela vive hoy unos niveles de inseguridad nunca vistos en la patria de Bolívar, las muertes por violencia delincuencial suman más de 25,000 al año y su capital, Caracas, posee el dudoso privilegio de ser la segunda ciudad más violenta del planeta, después de San Pedro Sula en Honduras.

    ¿Cómo llegó este país boyante en un mar de petróleo y con enormes recursos minerales y grandes sabanas productivas a esta situación desesperante?

    Los culpables de esta situación tienen nombre y apellido, Hugo Chávez y Nicolás Maduro con su corte de militares y políticos populistas que con el programa económico denominado socialismo del siglo XXI han implementado una receta económica que a su vez ha creado un problemas de tal magnitud que ya se habla de que a ese país le acecha una crisis humanitaria de enorme proporciones.

    La formula es muy sencilla y en solo 15 años Venezuela ha dilapidado de una forma alocada los recursos que ingresaron a su economía por la bonanza de los precios del petróleo sin que se construyera la diversificación necesaria para soportar el ciclo de baja de esa materia prima, algo parecido a lo que ocurrió con Cuba al caer los precios del azúcar que era el monocultivo que soportaba su economía.

    Cuando Hugo Chávez asumió el poder a fines de la década de los 90, la dependencia de le economía venezolana de la exportación de petróleo alcanzaba el 56%, en el año 2015 la entrada de divisas por este concepto constituyó el 92% de los ingresos, cifra que explica claramente la disminución de la productividad de la economía y la dependencia absoluta de los dólares del petróleo para comprar bienes y servicios.

    ¿Qué ocurrió en esos años? pues que los gobiernos de Chávez y Maduro, en vez de devolver los ingresos petroleros a la población para que esta a su vez invirtiera en la diversificación de la economía del país, lo que hicieron fue repartir el dinero en programas clientelares no productivos que a su vez llevaron el gasto público a niveles estratosféricos.

    Es claro que si la renta petrolera se hubiera devuelto a la ciudadanía de modo que cada quien invirtiera en los negocios y fabricas que consideraran más adecuadas, entonces se podría haberse producido una diversificación de la economía y Venezuela fuera hoy un país menos dependiente de los bienes importados y sobretodo de la producción de petróleo y la fluctuación de sus precios.

    Pero lo que vimos en estos años fue el incremento del gasto público centralizado en la decisión del gobierno, es decir, inflar el gasto de modo que la dependencia de la población se amolde a los deseos del grupo gobernante, lo que se denomina una política clientelar característica de los gobiernos populistas que desean eternizarse en el poder a través de la compra del voto popular.

    Mientras el precio del petróleo se mantenía por las nubes el modelo pudo sostenerse, el exceso de ingresos se gastó en forma alegre en programas y proyectos llamados misiones ideados por cubanos, otro ejemplo de economía fracasada en América Latina, es como si un ciego se dedicara a guiar a otro ciego, con la diferencia de que Cuba obtiene todavía petróleo gratuito que vende a su vez en el mercado internacional.

    Es por esto que el gasto publico real de Venezuela se triplica desde el momento que Chávez llega al poder hasta la actualidad, que es la razón por la cual la clientela política lo favorece con el voto popular en varias elecciones aunque al mismo tiempo se haya destruido todo el aparato productivo del país sudamericano.

    Claro que este tipo de política tiene como límite la caída de los precios del petróleo, que es lo que ha sucedido en los últimos años, y como aparte de este bien de consumo el país no produce nada porque uso su renta petrolera para gastarla sin un plan de desarrollo que diversifique su economía, pues cuando cae el ingreso de divisas al mismo tiempo cae la posibilidad de importar bienes para consumo de la población.

    El camino que escogió el gobierno de Chávez y Maduro fue implementar un control de la tasa de cambio y crear una distorsión tan grande que el valor del bolívar, la moneda nacional venezolana, va desde los 6 bolívares por dólar hasta los 600 en un mercado cambiario que nadie entiende pero que enriquece de manera acelerada a los jefes del gobierno que tienen acceso a los dólares a precio preferencial, es decir, el típico control que trata de manejar el mercado, algo que se sabe imposible desde hace mas de tres siglos.

    En este escenario tan inestable, todo el que tiene bolívares y no tiene acceso a convertirlos en moneda fuerte, lo que hace es comprar con esos bolívares lo que haya en las tiendas no importa lo que sea, porque después de todo el gobierno al no poder importar bienes para toda la población ha creado un control de precios que lleva a su vez a una crisis de desabastecimiento porque nadie va a importar un bien para que sea el estado el que ponga los precios a los productos que se van a vender.

    Con la depreciación del bolívar llega la inflación, desde que Chávez asumió el poder la moneda venezolana se ha devaluado mas de un 99%, lo que a su vez ha producido una inflación brutal, la más alta del mundo en estos momentos, un verdadero desastre económico que sufre en forma directa la población en forma de desabastecimiento, inflación, depreciación y perdida de la calidad de vida a todos los niveles.

    El llamado socialismo aplicado a una economía como la venezolana es un ejemplo cruel de como ignorantes en términos económicos y políticos como Hugo Chávez y Nicolás Maduro, junto con un grupo de militares y civiles corruptos han llevado a millones de personas a la miseria y pérdida del poder adquisitivo en los últimos años, lo que no tiene que ver con consignas idiotas como hablar de guerras económicas y agresiones imperiales que solo existen en la cabeza de los populistas y demagogos de siempre.

    La receta para el fracaso es muy fácil; mezcle la estatización de todos los medios de producción de modo que desestimule la inversión privada y el emprendedurismo individual, agregue a esto el aumento del gasto en el sector publico para que estos engrosen un caudal de votos que lo mantengan en el poder, es decir, cree redes clientelas pagadas con ese gasto del gobierno y si no le da el dinero o se le acaba ponga a funcionar la máquina de producción de moneda sin que importe que se desate una espiral inflacionaria.

    Por último para guardar las formas comience a acusar a los empresarios y emprendedores calificándolos de explotadores y, para ocultar la crisis, tiene que crear controles de precios que a su vez desatará una crisis de desabastecimiento y largas colas para comprar lo que sea con moneda que es papel que no sirve para nada.

    Eso fue lo que pasó en Venezuela, lo demás son tonterías, es el sistema que no funcionó en ninguna parte del mundo y unos genios latinoamericanos pensaron que hablan descubierto el ¨agua tibia¨ de la política económica, después de todo los grandes economistas de la historia eran ¨niños de teta¨ al lado de los predestinados de nuestro continente.