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    El fraude, la mejor «estrategia» para ganar elecciones internas

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     Por Roberto Jiménez                                  @JimenezRobjim3 

    Con la resaca política de la recién pasadas elecciones internas, en donde se elegirían los candidatos a regidores del PLD, para el ayuntamiento del municipio de La Romana, me detuve a conversar con un alto dirigente del Partido de la Liberación Dominicana, con quien me encontré en un nuevo centro comercial de la ciudad.

    Como es de rigor, cuando nos encontramos con alguien que de una u otra forma tiene interés sobre un tema en específico, le abordé de inmediato para saber cuál era su opinión sobre el resultado del proceso electivo interno del PLD, realizado el 13 de diciembre del pasado 2015. Su respuesta me dejó congelado, sin inmutarse, como si eso fuera normal, me dijo: “Eso siempre ocurre en estos procesos. Ocurrió en las primarias anteriores, en donde hubo, inclusive, personas que salieron siendo regidores después de habérsele puesto unos cuantos votos demás y eso se quedó así”.

    Tal vez no haya sido nada nuevo, como bien me señaló dicho dirigente, pero preceptuarlo como algo normal es preocupante. Sin embargo, confieso que después de la referida conversación, he meditado mucho en lo referente a lo inservible que resulta el acumular experiencia como estratega de campañas, pulido por las tesis de reconocidos politólogos y estrategas políticos; algunos de ellos consultados de manera particular y de otros que han sido invitados por el propio partido dentro del contexto de la formación política para los miembros.

    Así es amigos lectores, ningunos de esos expertos en el diseño de campañas políticas podrán aportar nada, frente al librito diseñado, de forma práctica, por los especialistas en alterar los resultados de mesas electorales, aun en detrimento de sus propios compañeros.

    ESPECIALISTAS EN FRAUDES VERSUS DISEÑADORES O ESTRATEGAS DE CAMPAÑAS

    En esta parte quiero situarme, cómodamente, en el asiento de la experiencia personal, para ser más práctico y concreto en lo que les diré. Primero: compartiré con ustedes la experiencia, de forma resumida, del diseñador de campaña, en el orden táctico o como dice el librito y segundo: el nuevo método de campaña (para mi), el que parece haber sido aceptado como algo normal por algunas de las autoridades del PLD, en La Romana, el fraude.

    “EL LIBRITO”

    Cuando se ejerce la política por “el librito” nos dice que lo básico para una campaña electoral es: a)-La creación del equipo; b)-La investigación (FODA, medición, etc.); c).-El mensaje; d)-El plan de comunicación; e)-El control de agenda; f)-La imagen; g)-La publicidad; entre otros. Todo eso conlleva un gran esfuerzo, gran sacrificio y una gran inversión del tiempo y de dinero. Lo que hace que al final de cada proceso terminen sumamente agotados, tanto el candidato, así como todos los miembros de su equipo, pero en ciertos modos satisfechos cuando se logra el triunfo o en su defecto el posicionamiento al participar (naturalmente en buena lid).

    EL FRAUDE

    Sin embargo, nada de lo anterior cuenta, ni tiene valor alguno, cuando se implanta el régimen del fraude, pues en este escenario la única regla existente (si así puede decirse) es la falta de pudor, ya que se vale todo: a)-La compra de votos; b)- alteración de actas; las amenazas e intimidaciones; c)- el robo de urnas; e)-el engaño o dolo; f)-la traición, en fin transgredir deliberada y premeditadamente las normas y las reglas establecidas.

    En el sistema del fraude no hay cabida para ningunas tácticas, ni diseños de estrategias, ni mediciones científicas (encuestas, etc.), ni popularidad, ni siquiera una buena imagen desde el punto de vista moral, profesional o político. Pues como dije anteriormente, basta ser un individuo sin principios, sin escrúpulos, ni moral; quien actúe similar a un mercenario o a un sicario, a quienes lo único que le interesa es lograr su cometido, sin importar lo que tengan que hacer, ni las consecuencias que se deriven de sus actos.

    “El fin justifica los medios”, es el único coro de reflexión interna que los mueve a justificar su deleznable y repudiable proceder. Y que luego de conquistar el galardón siguen mostrando el comportamiento “sugerido” por el asimilaje equivocado de la lectura de “El Príncipe”, de Nicolás Maquiavelo o la de “Las 48 leyes del poder”, de Robert Greene y Joost Elffers, el mostrarse como individuos correctos e incorruptibles ante la sociedad.

    LOS PRINCIPIOS DEL PLD VS LA ACEPTACIÓN DEL FRAUDE

    Para el mes de mayo del 2005, el Partido de la Liberación Dominicana, presentó el Proyecto de Declaración de Principios, en donde pasó de ser un partido de cuadro a un partido de masa, obligó a sus altas instancias a retomar, como salvaguarda, los principios y valores que dieron origen a dicha organización política. En el mismo se destacan algunos que se anticipan a confrontar el fraude y todas las acciones que violenten el orden democrático, por ejemplo:

    El PLD deberá:

    a).-“Promover los valores de la solidaridad, el patriotismo, trabajo en equipo, activa vida partidaria y formación de líderes. Para servir al pueblo”

    b).-“Debe ser un abanderado y portavoz de los intereses generales de los ciudadanos que aspiran a una sociedad basada en los valores de libertad, tolerancia, justicia y progreso. No debe, en modo alguno, representar intereses particulares o grupales que entren en contradicción con el proyecto colectivo”

    c).-El PLD está comprometido con una nueva visión, un nuevo paradigma de organización política que expresa las nuevas realidades del mundo moderno, que a la vez interpreta y expresa el sentir mayoritario de los ciudadanos

    d).-Se ratifica el compromiso histórico de los peledeístas con las posiciones patriótica, con la conducta ética en la política, con la vocación de servicios al país”

    e). Finalmente, dentro de los demás principios que por espacio no citaré, se destaca que “el PLD concibe la política como el resultado de la creencia en los principios universales, basados en valores y la ética”

    En consecuencia, si asimilamos que todos estos principios se sustentan de manera especial en el Boschismo, ponderaremos entonces que dentro del PLD debe ser inaceptable toda acción que violente las reglas establecidas, es decir, ha de rechazarse tajantemente la imposición del fraude y del desorden en los procesos electivos de dicha organización política.

    Por eso, si para el pueblo ha sido traumático ver el fraude mayúsculo que se produjo en el congreso elector Doña Gladys Gutiérrez, el 13 de diciembre del 2015, lo sería mucho más para mí, si aceptan como “bueno y válido” el relajo, el desorden y las acciones asqueantes y purulentas de algunos “viejos” y nuevos miembros peledeístas en lo que pudo haber sido un gran ejemplo de orden, disciplina y democracia.

    De lo contrario, en lo que concierne al uso del “librito” en materia de campaña, le recomendaré a los estudiosos y expertos de ese tema, que se dediquen mejor a estudiar la forma de “cómo lograr hacer un buen fraude” para ganar elecciones, ya que este último sería la mejor estrategia para ganar, sobre todo si se trata de elecciones internas.

    ¡Hasta la próxima!