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    La caricaturización de la función pública

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    Aunque la definición etimológica de caricaturas establece que como género artístico suele ser un retrato u otra representación humorística que exagera los rasgos físicos o faciales, la vestimenta, o bien aspectos comportamentales o los modales característicos de un individuo con el fin de producir un efecto grotesco, he querido hacer lo que hizo el escritor e historietista Español Miguel Bernet, al parodiar las novelas policíacas a través de la historieta Sisebuto, detective astuto, en el año 1953; con la diferencia de que en vez de temas policíacos lo hago con temas de la administración pública; construyendo un neologismo concluido en «La caricaturización de la función pública».

    Ahora bien, ¿qué es caricaturizar la función pública?, ¡simple! es cuando un funcionario que encabeza una dependencia o cartera del Estado hace una denuncia sobre un hecho que le compete controlar o sancionar, dejando a expensas de la población una decisión que debería tomar desde su despacho; o en su defecto la decisión que toma suele resultar risibles.

    En nuestro país es fácil identificar o citar ejemplos de la caricaturización de la función pública, ya que es prácticamente el pan diario en la agenda de muchos funcionarios dominicanos que data de tiempos atrás, y que por desgracias se recicla cada vez que entran nuevas autoridades.

    Aunque pudiéramos referirles algunas secciones que tienen algunos diarios de circulación nacional, en donde se hacen eco de esas acciones o expresiones caricaturescas, tales como «Vaya Perla» del Diario libre; «Fogaraté» de Ramón Colombo, El Caribe, entre otras, sin embargo, he querido compartir algunas de esas expresiones y acciones que a través de la historia hemos visto en los distintos medios de comunicación de nuestro país.

    A continuación, algunas de esas acciones y frases caricaturescas: Julio Sauri, que en los 12 años de Balaguer (1966-1978) fue el director general de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDEEE) que ante prolongadas tandas de «apagones», para justificarlos invocó e inmortalizó la siguiente «Los apagones se deben a que las chichiguas se enredan en los alambres causando cortocircuitos». El Ing. Ramón Pérez Martínez (Macoris) dijo: «Siento un profundo respeto por los muertos, por eso no los menciono». Eso fue cuando le preguntaron sobre su participación en la famosa «Banda Colorá», de los 12 años de Joaquín Balaguer.

    Rafael Corporán De Los Santos dijo: «Lo que hizo Balaguer conmigo no fue más que un consejo de un padre hacia un hijo», en respuesta al «boche» que le diera el Presidente Balaguer en medio de una actividad y en frente a todo el público. Eligio Jacque, quien fuera secretario de Agricultura en el gobierno de Hipólito Mejía, dijo al ser cuestionado por el caso de los invernaderos: «Durante nuestra gestión hubo un éxodo masivo de campesinos hacia el campo».

    José Rodríguez Soldevila, secretario de Salud en el gobierno de Hipólito Mejía dijo: «El problema del dengue se resuelve con que cada dominicano mate 10 mosquitos diario.» El mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín dijo la rocambolesca frase: «En el país existen 20 mil puntos de drogas», siendo él jefe de la Policía Nacional.

    El actual jefe de la PN, mayor gral. Castro Castillo dijo. «Quedan prohibidas las redadas», siendo eso un precepto constitucional. Desde el Ministerio de Salud pública se informó «Los casos de Chikungunya ya están bajando, aunque en algunas zonas han aumentado».

    Entre otras acciones y palabras que, si seguimos citándolas nos prolongaríamos más. Por lo que por la cantidad de ejemplos que identifican lo que aquí escribo, voy a dejar que sean ustedes quienes a partir de ahora recopilen y construyan un glosario de frases y acciones que pudieran ser consideradas para ser incluidas en la caricaturización de la función pública.

    ¡Hasta la próxima!